■ Tokio termina con 9.62% menos; el Footsie se desploma 8.85%
Nueva jornada mundial de bajas en bolsa; EU analiza suspensión temporal
Nueva York, 10 de octubre. Las bolsas de valores de Estados Unidos evalúan una suspensión temporal de operaciones, según el diario Wall Street Journal, que citó ciertas fuentes, en momentos en que los mercados de América Latina vivieron otra jornada de colapso, con derrumbes accionarios y un Wall Street que retrocedió hasta 8 por ciento, además de advertencias de una pronunciada caída en los precios de las materias primas, vitales para el crecimiento de la región desde 2003.
Los mercados de Asia y Europa sufrieron su mayor descenso, al tiempo que la Bolsa de Nueva York terminó una sesión de extrema volatilidad, tras desplomarse 7.91 por ciento, a menos de 8 mil puntos en los primeros minutos. El índice Dow Jones finalizó en 1.49 por ciento, luego de que bajó 128 puntos, a 8 mil 451.19 unidades. El Nasdaq ganó 0.27 por ciento, en tanto, el Standard and Poors retrocedió 1.18 por ciento.
Por su parte, el mercado bursátil de Tokio cerró con pérdidas de 9.62 por ciento, siguiendo los pasos del Dow Jones. Bangkok bajó 9.61 por ciento; Sidney y Manila perdieron 8.3 por ciento cada una, Hong Kong cayó 7.2, Nueva Zelanda 4.72, mientras que Seúl 4.1 y Shanghai lo hicieron 3.57 por ciento. Bombay perdió 7.07 puntos porcentuales.
“Es el pánico total, no hay otra palabra”, comentaba en Nueva York Gregori Volokhine, analista de la firma Meeschaert. “Esto es más que pánico”, decía, por su parte en Tokio, Oh Hyun-Seok, de Samsung Securities.
La crisis cobró su primera gran víctima en Japón, el grupo de seguros Yamato Life Insurance, que se declaró en bancarrota. No obstante, el Banco de Japón colocó este viernes 4.5 billones de yenes (34 mil millones de euros, 46 mil millones de dólares) a disposición de los bancos, en lo que significa la mayor inyección de liquidez en un solo día desde el inicio de la crisis financiera.
En Europa, las principales bolsas tuvieron un pronunciado descenso, superior a 10 por ciento durante la sesión y aunque disminuyeron un poco, sus pérdidas al cierre terminaron en picada.
En Francfort, la mayor de la zona euro, el índice Dax cerró con una baja de 7.01 por ciento. Londres terminó con otra fuerte caída, con una pérdida en el índice Footsie-100 de 8.85 por ciento, el mayor desplome en un día desde el crac de octubre de 1987. En París, el CAC 40 se desplomó 7.73 por ciento, cerrando así la peor semana en su historia. El Ibex 35, de los principales valores de la bolsa de Madrid, se hundió 9.14 por ciento.
Para intentar calmar el pánico, el Banco Central Europeo inyectó 93 mil 900 millones de dólares en los mercados de crédito, ligeramente menos que el monto máximo de 100 mil millones anunciado más temprano en la mañana.
Movimientos en AL
En América Latina, los principales mercados bursátiles cerraron en sentido negativo, al registrar el Ibovespa de Sao Paulo (Ibovespa) un descenso de 3.97 por ciento, el IPSA de Santiago 5.34, el IPC de México 1.99, el Merval de Buenos Aires, 5.54, Lima 10.81, Bogotá 8.68 y Venezuela 1.34 por ciento.
La ola vendedora mundial, que incrementaba la presión sobre los activos de riesgo, se sentía como un terremoto desde la ciudad de México a Sao Paulo y desde Lima a Buenos Aires, en un movimiento que el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, calificó de “la anarquía de los mercados”.
El índice principal de la Bolsa de Valores de Sao Paulo, la mayor de la región, que por tercera vez en la semana debió interrumpir sus negocios por 30 minutos, bajó en media sesión a 33 mil 807.36 puntos, con las empresas ligadas a las materias primas encabezando el derrumbe.
Mientras, el Banco Central de Brasil anunciaba que no había límites para su actuación en el mercado de cambios buscando defender al real, la moneda local, que, sin embargo, perdía 5 por ciento ante el dólar, a 2.31 unidades. La prensa brasileña publicó este viernes que la autoridad monetaria estimaba gastar unos 20 mil millones de dólares en su intervención en el mercado cambiario.
El resto de las monedas latinoamericanas también sufría, con el peso chileno en sus mínimos en cuatro años en 637.5 por dólar. El peso argentino, en tanto, fue la excepción, con una subida de un 0.31 por ciento en el segmento mayorista, donde interviene el Banco Central, a 3.22 unidades por dólar, merced al fuerte volumen de venta de reservas de la autoridad monetaria.