■ Califican de fracaso las acciones contra la delincuencia en la entidad
ONG protestan por abusos de militares en operativos en Juárez y Chihuahua
Ciudad Juárez, Chih., 10 de octubre. Miembros de varias organizaciones no gubernamentales (ONG) efectuaron un plantón ante instalaciones del Ejército en compañía de familiares de personas detenidas sin orden aprehensión o cuyas casas fueron registradas sin orden de cateo, por considerar que los militares comisionados en la lucha antidelincuencia en los operativos conjuntos Juárez y Chihuahua violan las garantías individuales.
Además de atropellar los derechos humanos de inocentes, los operativos son un fracaso, pues la estadística periodística da cuenta de que este año se han cometido mil 120 asesinatos en la entidad, 911 desde el 1º de abril pasado en que llegaron el Ejército y policías federales, en una cifra que creció aproximadamente 420 por ciento, documentaron.
La Pastoral Obrera de la Diócesis de Ciudad Juárez, Red Mesa de Mujeres, Casa Amiga, Centro de Crisis, Programa Compañeros, Pacto por la Cultura y el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, entre otras agrupaciones, manifestaron que ciudadanas, ciudadanos, colectivos y organizaciones emitieron el pasado 3 de septiembre una declaratoria de solidaridad permanente con las víctimas de la violencia, que incluye recepción de quejas sobre violaciones y abusos de militares.
Por otra parte, en el municipio de Cadereyta Jiménez, Nuevo León, los militares que luchan contra el crimen organizado se volvieron un problema porque se les acusa de robar, golpear, amenazar y levantar a ciudadanos, dijo el secretario del ayuntamiento, Ángel López Zúñiga.
Según dio a conocer la prensa local, entre los atropellos que refirió el funcionario está la detención del policía Miguel Espinosa Hernández, a quien dispararon en julio pasado para obligarlo a detenerse y después le imputaron una supuesta carga de droga y la portación ilícita de un arma; además de otras intervenciones arbitrarias contra personal de seguridad y tránsito local, que propiciaron la protesta de todos los efectivos municipales frente a la séptima Zona Militar.
En otro caso, tres jóvenes que iban en un automóvil fueron obligados a detenerse, pero como no traían dinero se molestaron los soldados, imponiéndoles hacer 20 lagartijas, otras tantas sentadillas, y luego los raparon con tijeras.