Orquestas inglesas reviven a los Beatles en el Auditorio
Ampliar la imagen La Royal Philarmonic Concert Orchestra y la BBC Big Band Orchestra de Londres, la noche del lunes en el Auditorio Nacional
La Royal Philarmonic Concert Orchestra y la BBC Big Band Orchestra de Londres revivieron los viejos temas (en pantallas gigantes) para traer al presente la música de los Beatles, con versiones a veces miméticas, en ocasiones jazzeadas o con el estilo de las big bands, para que un público representante de tres generaciones –la primera contemporánea del Cuarteto de Liverpool– aplaudiera al compás de tonadas como Get Back, la noche del pasado lunes, en el Auditorio Nacional.
La Royal Philarmonic se formó en 1987 y ha tocado con o para Luciano Pavarotti, Andre Bocelli, José Carreras, Montserrat Caballé, Julian Lloyd Webber, Cliff Richards, Lissa Minnelli, Stevie Wonder y Rod Stewart.
Los mexicanos seguidores de los Beatles fueron a escuchar la música que los ha acompañado toda su vida. La obertura abrió el viaje mágico y misterioso con Eleanor Rigby, que de inmediato ubicó a la concurrencia en la sicodelia, y los mundos de colores brillantes, como vitrales catedralicios.
Obla-di-Obla-da levantó a varios de sus asientos. Comenzaba la alegría de Paul y John. El bajo se escuchó rítmico y el director Barry Forgie (quien estuvo al frente de las dos agrupaciones) puso el acento en los metales. Eso creó un sonido vivo y diáfano. Lucy in the Sky with Diamonds y el recuerdo de Ringo Starr en la batería. Los colores de un arcoiris brillaron y en las pantallas se proyectaron imágenes de los Beatles que apenas fueron alusiones, atisbos de sus figuras conocidas. Norwegian Wood, con un toque de jazz libre. El Hombre sin personalidad en una versión diferente, tranquila, sin la voz fuerte y agresiva de Lennon.
La serie de recuerdos se suceden, con Fiil on the hill, Let it be y A Hard Day’s Nigth, para dar paso a un intermedio. La música de los Beatles se escucha moderna y clásica. La segunda parte abre con Help!, sigue con Penny Lane, la dolorosa Don’t let me down. En las pantallas aparece la portada del disco Let it be, cuando el cuarteto estaba en la cúspide de la creación.