■ La causa principal es el desarrollo acelerado de la tecnología
Alertan sobre el auge de tecnoestrés en individuos en edad productiva
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que la obsesión por adquirir los modelos más recientes de teléfonos celulares, computadoras, videojuegos y equipo electrónico, así como el desconocimiento de su correcto funcionamiento, sobre todo su aplicación en la vida laboral, son causas de “tecnoestrés”, trastorno de ansiedad que padecen en mayor proporción hombres y mujeres de entre 25 y 55 años.
El doctor Alejandro Córdoba Castañeda, del hospital de siquiatría Héctor Tovar Acosta, del IMSS, señaló que el adulto intermedio es el más afectado por “tecnoestrés”, al tener que enfrentarse a un desarrollo acelerado de la tecnología, sentirse rezagado por una generación más joven y mejor adaptada a los cambios que plantea el mercado de trabajo.
El especialista expuso que este trastorno, “relativamente nuevo”, comenzó a tomar auge a principios del siglo XXI, por ello aún no se cuenta con estudios epidemiológicos que constaten la cantidad de personas que lo padecen. “Se sospecha que hasta 25 por ciento de los que sufren estrés, es a consecuencia de la tensión que genera el uso de tecnología”.
Indicó que la necesidad de mantenerse actualizados con sistemas y programas computacionales en un corto tiempo, genera situaciones altamente estresantes. Los primeros síntomas en manifestarse son de tipo sicológico, como inquietud, cambios repentinos de carácter, irritabilidad, angustia y aislamiento; esto último conlleva una vida disfuncional, por la aparición de conflictos con los compañeros de trabajo, jefes e inclusive con la familia.
El también presidente de la Asociación Nacional de Especialistas de Salud Mental del IMSS comentó que esta institución brinda tratamiento en dos vertientes: el sicoterapéutico, “en el que se da entrenamiento a la persona para que aprenda a dimensionar el valor de la tecnología en su área de trabajo y el peso que tiene en su vida, sin afectar su entorno social”; y el médico, con la administración de ansiolíticos y/o antidepresivos, que disminuyen o eliminan los síntomas de estrés, ansiedad y depresión.