■ La delincuencia no espera los trámites burocráticos, sostiene
Calderón urge a EU entregar fondos de la Iniciativa Mérida
■ Exige a ministros de seguridad frenar los flujos de armas y dinero
Ampliar la imagen El titular de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, y el presidente Felipe Calderón, durante la Primera Reunión de Ministros de Seguridad Pública de las Américas Foto: Cristina Rodríguez
El presidente Felipe Calderón llamó ayer a Estados Unidos a agilizar la entrega a México de los recursos de la Iniciativa Mérida, ya que “la delincuencia no espera los procedimientos burocráticos”.
Reunido con ministros de seguridad pública del continente y ante el embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza, el jefe del Ejecutivo federal pidió ir “más aprisa para que esos recursos disponibles, que ascienden a 400 millones de dólares en equipo y armamento, puedan ejercerse cuanto antes”.
Calderón hizo esta exigencia un día después de que el procurador de Justicia estadunidense, Michael Musakey, señaló en su visita a México que la Iniciativa Mérida no se cancelará por la crisis financiera de Estados Unidos e incluso los apoyos económicos que este proyecto plantea para el país serán canalizados a corto plazo.
También reiteró su convocatoria a los estadunidenses para que junto con México y otros países de América Latina pongan alto a los flujos de armamento y de dinero que han permitido a la delincuencia operar con una lógica de violencia con alto impacto en nuestras sociedades.
Como muestra de la magnitud de este problema, Calderón explicó que en un año y 10 meses el gobierno mexicano ha decomisado más de 15 mil armas, desde pistolas hasta lanzamisiles, y casi mil 800 granadas de mano.
Ningún país, dijo, que se sume decididamente al compromiso de combatir el crimen organizado trasnacional puede permanecer al margen de la lucha contra el tráfico de armas y de dinero.
En cuanto a la Iniciativa Mérida, señaló que es momento de abrir paso a una nueva etapa en la guerra contra el crimen organizado trasnacional y que este tipo de iniciativas se trasladen al ámbito continental, porque continental es el problema de la criminalidad y la delincuencia organizada.
Su llamado a agilizar la entrega de recursos de la iniciativa se da un mes después de que la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, pidió lo mismo. La demora, según explicó en ese momento, se debía a que el Congreso de Estados Unidos estaba analizando los documentos solicitados al Departamento de Estado para liberar los equipos y la ayuda en especie a México.
En momentos en que han circulado versiones sobre posibles cambios en el gabinete de seguridad, Calderón estuvo acompañado por los secretarios de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, así como por el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora.
A los ministros de seguridad de las Américas les hizo un “respetuoso llamado” para que cierren filas en un frente común contra la delincuencia, que permita reducir la oferta y el consumo de drogas. Por eso, insistió, deben definirse estrategias integrales en el continente para multiplicar la capacidad operativa de los estados, incrementar la confiabilidad de los cuerpos policiacos y contar con mejores herramientas para combatir la criminalidad en sus aspectos financieros.
Para justificar estas acciones concertadas en el continente, al inicio de su discurso Calderón citó varias cifras, una del Banco Mundial, donde se señala que 75 por ciento de los secuestros del mundo tuvieron lugar en la región, cuando aquí sólo vive 8 por ciento de la población mundial.
Además, el Banco Interamericano de Desarrollo estima que la inseguridad cuesta a América Latina 15 por ciento de su producto interno bruto cada año, lo cual tiene “impacto negativo en las posibilidades de desarrollo de nuestras naciones”, que sufren las inclemencias de la pobreza, la ignorancia y la marginación.