■ El diputado del sol azteca Javier Santos Arreola denuncia haber sido agredido en Guerrero
Propone el PRD transferir subejercicios del gobierno a fideicomisos para generar empleos
Ampliar la imagen El diputado perredista Javier Santos Arreola, durante la sesión de trabajo efectuada en San Lázaro Foto: Francisco Olvera
En una sesión donde el Partido de la Revolución Democrática (PRD) propuso que los subejercicios del gobierno federal se transfieran a fideicomisos, con objeto de que se ejerzan en gasto de inversión y generación de empleos, el diputado de ese partido Javier Santos Arreola –quien se presentó en Los Pinos hace seis meses para reconocer como presidente a Felipe Calderón Hinojosa– denunció que el pasado fin de semana, en Ixtapa Zihuatanejo, fue objeto de “agresión y amenazas”.
Santos Arreola, quien acostumbra trasladarse indistintamente en un Porsche o en una Hummer para llegar al recinto legislativo de San Lázaro, ayer se presentó a la sesión vestido de lino y un sombrero panamá para cubrir las heridas que, aseguró, le propinaron el pasado domingo “sicarios con las cachas de sus pistolas”, mientras participaba en un operativo cazamapaches en el estado de Guerrero.
En la tribuna, el legislador se quitó momentáneamente el sombrero para mostrar las suturas que requirieron las heridas y dijo: “Eso es lo que pasa cuando el narcotráfico defiende un candidato y también sus intereses. Y cualquiera de los miembros de este Congreso, del Senado o de cualquier poder de la República, estamos sujetos a caer en sus intimidaciones y sus amenazas o a perder la vida”.
Refirió que el día de la agresión fue interceptado por sujetos a bordo de camionetas, quienes lo amagaron con armas de fuego, pero pudo escapar gracias –dijo– a que logró desarmar a uno, correr a la alberca del hotel donde se hospedaba y zambullirse. “En criminalística y balística está claro que en el agua las balas pierden fuerza y calor”, afirmó el legislador, quien fue secretario particular del alcalde-actor de Tultitlán, José Antonio Ríos Granados.
Durante la sesión, Santos Arreola mostró sus heridas a todo el que las quiso ver. La diputada de Convergencia Layda Sansores revisó las suturas y le regaló un beso.
Por otra parte, el pleno dedicó un minuto de silencio para recordar al asesinado alcalde de Ixtapan de la Sal, estado de México, Salvador Vergara, quien fue ejecutado el pasado fin de semana.