■ Piden unir fuerzas para combatir las decisiones de Washington, como el muro fronterizo
Legisladores de México y Centroamérica llaman a armonizar las leyes migratorias
Ampliar la imagen Según el diputado Edmundo Martínez cada día mueren dos mexicanos al intentar cruzar la frontera con Estados Unidos. En la imagen, un grupo de migrantes que fue detenido en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas Foto: Notimex
Legisladores de México y de países de Centroamérica consideraron necesario armonizar las leyes migratorias de la región, para establecer como su prioridad la promoción y defensa de los derechos humanos de los trabajadores que viajan desde sus respectivos territorios hacia Estados Unidos.
Esto porque, explicaron diputados de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Revolucionario Institucional (PRI) y congresistas de Centroamérica, a los migrantes se les da un trato inhumano, inclusive como si se tratara de terroristas, cuando constituyen una de las bases más importantes de la fuerza laboral de Estados Unidos.
Al inaugurar el taller Hacia el entendimiento de las migraciones mesoamericanas, derechos humanos y legislación, el presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de los diputados perredistas, Javier González Garza, aseguró que a los parlamentarios de América Latina los “deben unificar las acciones de Washington, como la construcción del muro fronterizo, el muro de la ignominia”.
Dentro de los trabajos, el diputado priísta Edmundo Ramírez resaltó que la frontera de Estados Unidos con México “se ha convertido en el cementerio más grande de migrantes”, pues en promedio dos mexicanos mueren en la línea al día. A ello se agrega, dijo, que los países que expulsan población enfrentan a grandes bandas internacionales de tráfico de personas que operan desde estados Unidos. “La Gringo Coyote Company no es mera imaginación de los mexicanos: existe”, aseguró.
No obstante, congresistas de países como Honduras, Honduras y República Dominicana expresaron que en México también se cometen violaciones a los derechos humanos de sus ciudadanos en su tránsito hacia Estados Unidos, e incluso se les aplican leyes que desconocen. También se denunció que son víctimas de secuestro, especialmente quienes cuentan con familiares en ese país, que deben pagar hasta 5 mil dólares para ser liberados.
La diputada al Congreso de Honduras Mirna Castro, lamentó que en territorio mexicano los ciudadanos centroamericanos sufran agresiones. “Estamos viendo el viacrucis que deben pasar; hay una política muy agresiva hacia los migrantes”. No se trata, demandó, de que se les vea como delincuentes, sino indocumentados pero sobre todo como seres humanos, “para que realmente deje de haber abusos, torturas, malos tratos y se les respeten sus derechos”.
El secretario de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios, el perredista José Jacques Medina, resaltó que “la migración no es un crimen”, y a quienes salen de su país para buscar un empleo se les debe tratar como “trabajadores internacionales y otorgar un trato con una visión más global de la fuerza de trabajo”.
Por ello planteó que deben compaginarse las legislaciones de los países de alta migración, y poner especial atención a la defensa de los derechos humanos, que han sido relegados por gobiernos que han puesto más énfasis en el libre tránsito de las mercancías.
Durante los trabajos, también se planteó promover ante Estados Unidos reducir los tiempos de detención de los niños migrantes, que son retenidos entre 20 y 25 por ciento en espacios que son casi unas cárceles, y ello genera un efecto en los menores que, al paso del tiempo, “se vuelven resentidos sociales”. Al menos, se exigió, debe contarse con un sicólogo en los consulados para que los atienda.
El priísta Edmundo Ramírez, quien fue trabajador de la construcción en Estados Unidos, dijo al respecto que de enero de 2008 al 30 de agosto pasado fueron deportados de ese país 300 mil mexicanos, y refirió que por cada uno de éstos un niño queda en el abandono. “Es decir –explicó–, existen 100 mil niños abandonados en Estados Unidos”.
También el senador priísta Francisco Herrera León, quien preside la Comisión de Asuntos Fronterizos Sur, dijo que en el mundo existen aproximadamente 195 millones de migrantes, pero el paso de mexicanos y centroamericanos desde México “ha convertido la frontera norte en el mayor corredor del planeta”.
Sin embargo, expuso, esto también propicia el tráfico de personas, la operación del crimen organizado, feminicidios y prostitución infantil, delitos que “forman un círculo que incide directamente en la seguridad nacional y en la violación de los derechos humanos de los migrantes”.