■ Inauguran en Zacatecas un foro de políticas públicas sobre salud y éxodos
Migrantes van a EU a dar lo mejor de su fuerza laboral y regresan enfermos y sin protección
Zacatecas, Zac., 6 de octubre. Luego de 10 años de trabajos, los mexicanos que emigran a Estados Unidos resienten daños en su salud en diferentes grados. Problemas en la columna y articulares padecen las personas que en promedio tienen 32 años de edad, aseguró Xóchitl Castañeda, investigadora de la Universidad de California.
En el foro de políticas públicas sobre migración y salud que se inauguró hoy en esta ciudad, al mismo tiempo que las actividades de las semanas nacional y binacional de salud, especialistas de Estados Unidos aseguraron que menos de la mitad de los migrantes recibe la compensación laboral a la que todos los empleados tienen derecho en ese país cuando se accidentan.
Para Castañeda, esta situación es sólo la punta del iceberg de una problemática estructural que debería ser resuelta por el gobierno estadunidense con una política de Estado que garantice la protección de los derechos de los migrantes legales e ilegales, porque de México están saliendo personas jóvenes, la mejor fuerza de trabajo del país, y al cabo de los años regresan personas enfermas sin ninguna protección.
En entrevista, la especialista señaló que el acceso a servicios médicos en Estados Unidos se dificulta por desconocimiento sobre cómo obtenerlos, el aspecto migratorio y el temor a ser deportados. Por la misma razón, tampoco exigen que se cumpla con su derecho a la protección laboral.
Al respecto, Marc Schenker, también de la Universidad de California, expuso que las actividades de mayor riesgo son la agricultura, la construcción y el transporte, en las cuales hay muchos mexicanos.
Resaltó que desde hace al menos 100 años es conocida la situación de desigualdad en que se encuentran los empleados migrantes y a la fecha se mantiene. Ante los participantes en el foro, funcionarios de México y Estados Unidos, así como organizaciones de migrantes, Schenker comentó el caso de María Isabel Vásquez Jiménez, de 16 años de edad, quien durante varios años trabajó en viñedos de California a pleno sol, sin acceso a agua y sombra. El pasado 16 de mayo murió a causa de una insolación.
El investigador aseguró que como ésta han ocurrido otras defunciones por la misma causa, sin que nada se haga para mejorar las condiciones laborales de las personas. Lo mismo ocurre en la agricultura, donde se registra 75 por ciento más muertes que en la industria supuestamente más peligrosa, que es la del transporte.
Al mismo tiempo que se inauguró el foro se realizó la ceremonia de inicio de las actividades de las semanas nacional y binacional de salud, a la que asistió Margarita Zavala, esposa del presidente Felipe Calderón. Acompañada por la gobernadora Amalia García, aplicó las primeras dosis, de las 8 millones de vacunas que recibirán los niños en el país.
José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, informó que también se aplicarán vacunas triple viral, los refuerzos de tétanos y sarampión, así como la preventiva de hepatitis B a los niños de 12 años y las personas que se encuentran en centros de reclusión.
Luego, los participantes de los gobiernos estadunidense y mexicano enfatizaron su voluntad de avanzar en el mejoramiento de la salud de los migrantes. Respecto de los mexicanos, se informó que 12 millones son los que viven en aquel país, de los cuales 6 millones son indocumentados. Además, están 34 millones de individuos nacidos en Estados Unidos de padres mexicanos.
Castañeda resaltó que para 2050 uno de cada tres estadunidenses será de origen latino. A ellos les tocará sostener la economía y competitividad de ese país cuando la mayoría de su población se haya retirado del trabajo.
Durante el foro, Mark Horton, director de los servicios de salud de California, informó de la puesta en marcha de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Emergencias de Salud, la cual contará con un sistema de alerta para la detección de enfermedades.
Reconoció la necesidad de trabajar por bajar la desigualdad y cumplir las metas que ambos países se han planteado para mejorar la salud en la zona fronteriza.
Castañeda señaló que después de la salud laboral, las enfermedades más frecuentes son las mentales. La migración crea vacíos emocionales muy fuertes, indicó. Luego están los males emergentes que se originan en una inadecuada alimentación, como son la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial.