■ Las más perjudicadas serán las que reciben remesas: Cordero Arroyo
Sí afectará a familias pobres la crisis en EU
■ La desaceleración ha provocado la caída en los envíos de dinero, dice en el Senado
■ Critican legisladores optimismo de Carstens y Ruiz Mateos
Ampliar la imagen El titular de la Sedeso, Ernesto Cordero, y el senador del PRD Graco Ramírez, ayer en Xicoténcatl Foto: Notimex
El titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Ernesto Cordero Arroyo, dijo en el Senado de la República que la desaceleración económica en Estados Unidos, que ha provocado la caída en las remesas –este año son 700 millones de pesos menos con respecto a 2007–, “sí va a afectar a las familias mexicanas que viven en pobreza alimentaria”. En el país existen 14 millones de pobres “que no están en condiciones de comprar una canasta básica de alimentos; de ellos, 6 por ciento de las familias reciben remesas y se verán perjudicadas”.
Al comparecer ante la Comisión de Desarrollo Social, el funcionario escuchó diversos cuestionamientos de los legisladores. El presidente de la citada comisión senatorial, el perredista Graco Ramírez, le comentó: “Por más optimista que sean el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y peor aún, el de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, quienes han llegado a decir que la crisis recesiva de Estados Unidos no va a afectarnos, creo que hay que ajustarse a la verdad. En el caso de la pobreza, ¿qué impacto tendrá la caída de 12.6 por ciento en las remesas?”
Cordero respondió: “La desaceleración en Estados Unidos nos debe obligar a pensar que habrá afectación en las familias mexicanas y debemos actuar en consecuencia; si bien únicamente 6 por ciento de las familias en pobreza alimentaria reciben remesas del exterior, no es una cifra tan grande como se pudiera pensar, pero sí es un número importante de personas que necesitan ser atendidas”.
Añadió que del total de remesas que se envían al país, 60 por ciento llegan a hogares considerados no pobres, pero en el momento en que dejen de recibir este dinero “es probable que algunas de estas familias caigan en condiciones de pobreza y por ello hay que estar muy atentos”.
El funcionario federal señaló que en México existen 14 millones de pobres “que no están en condiciones de comprar una canasta básica de alimentos; 21 millones de mexicanos tampoco pueden hacer frente a sus gastos de educación y salud, y 44 millones no pueden sufragar sus requerimientos de vivienda y transporte”.
Detalló que de 1996 a 2006 el número de mexicanos en pobreza alimentaria se redujo de 34 a 14 millones; dijo que en el 20 por ciento de los hogares más pobres del país, en 1992, 11 por ciento de los niños entre 8 y 12 años no asistían a las escuela, y para 2006 esa cifra se redujo a 3.5 por ciento; además, entre los niños de entre 13 y 15 años que trabajan y no asisten a la escuela, en 1992 sumaban 15 por ciento, y para 2006 el número se ubicó en 9 por ciento.
A la fecha, 22 por ciento de las viviendas tienen piso de tierra y 3.1 carecen de energía eléctrica. El 22 por ciento de esas viviendas no tienen agua entubada.
En su turno, el senador por Convergencia Gabino Cué preguntó a Cordero qué ha hecho o qué va a hacer para blindar los programas sociales, ya que en el estado de Oaxaca se han utilizado con fines electorales, y también cuestionó el hecho de que hay 11 millones de mexicanos excluidos de los programas sociales.
El titular de la Sedeso manifestó que “habrá que emprender un gran acuerdo nacional, una cruzada para mejorar la rendición de cuentas y transparencia del gasto en política social. A nivel federal –aseguró– ya existen candados y responsabilidades penales para los funcionarios que favorezcan a algún candidato o partido con (esos) recursos, pero a la fecha no ha habido ninguna demanda penal contra ningún servidor público”.
Al perredista Ramírez Garrido Abreu le dijo que “los mexicanos en condiciones de pobreza no son mercado electoral, son portadores de derechos básicos, y así hay que entenderlo y definirlo dentro de una política de Estado que incorpore a los tres órdenes de gobierno”.
Por su parte, el priísta Rogelio Rueda le manifestó su preocupación –que dijo es generalizada– por la utilización de programas sociales para incidir en resultados electorales. Cordero le manifestó que “hay que reconocerlo: mientras no se avance de manera definitiva en mejorar las condiciones de transparencia y rendición de cuentas de las instancias locales, lo que nos preocupa es la manipulación electoral de los recursos públicos y difícilmente vamos a poder avanzar descentralizando el gasto”.
Insistió en que ante la desaceleración tan severa en Estados Unidos, “será importante que muchos de estos programas se focalicen en las zonas donde este fenómeno va a pegar duro, porque van a dejar de recibir remesas o son zonas que tradicionalmente tenían parte de sus exportaciones hacia Estados Unidos; las regiones afectadas se ubican en Oaxaca, Zacatecas, Puebla y Guerrero.
Al recibir críticas por los millones de cartas que envían las dependencias que ejecutan la política social, el secretario Cordero Arroyo aseguró: “Las cartas que se enviaron no tuvieron un costo superior, concluida la impresión, a 5 millones de pesos, de manera que no tuvieron un costo importante”.
Finalmente, ante la inquietud generalizada de los partidos de oposición de qué hacer para detener la utilización electoral de los recursos públicos por parte de autoridades estatales o municipales, el funcionario dijo que en la Sedeso, “de lo que somos responsables y lo que podemos hacer es comprometernos a hacer las cosas bien; en este sentido somos muy transparentes en términos de la publicación de los padrones (de beneficiarios); todo mundo puede saber el nombre y en qué comunidad están”.