■ Royal Caribbean dejará de traer 60 barcos en dos años, anuncia su vicepresidente

Desaprovecha México el mercado de los cruceros; cobra cuotas muy caras

■ Se requiere certidumbre jurídica, no subsidios ni subvenciones, afirman esos empresarios

Miriam Posada García

La industria de los cruceros sigue en crecimiento, pero no ve a México como uno de sus principales destinos, aseguró el vicepresidente de Relaciones Institucionales para América Latina y el Caribe de Royal Caribbean, Michael Ronan, al señalar que los compromisos de inversión de esa empresa de 2008 a 2012 ascienden a 20 mil millones de dólares para la construcción de 35 embarcaciones, pero no todas llegarán al país.

Detalló que Royal Caribbean retirará del mercado mexicano en los próximos dos años 60 embarcaciones, la primera dejará de llegar el mes próximo a Ensenada y se enviará a Europa, ya que para los europeos la crisis económica aún no ha tenido tanto efecto como entre los estadunidenses.

Destacó que el problema en México es que es un destino atractivo para los visitantes, pero poco rentable para las empresas de cruceros, debido a que países como Brasil o Puerto Rico ofrecen incentivos fiscales, promoción y compensaciones a cada crucero que los visita, de ahí que en los últimos cinco años México y el Caribe hayan perdido 5.3 por ciento del mercado que concentraban.

“México no ha entendido que ya no compite sólo contra Dominicana y otros destinos del Caribe, sino que ahora la competencia es global. Hace diez años Brasil no figuraba como un país atractivo para los cruceristas y sobre todo para las empresas, pero los incentivos fiscales y estímulos que ofrece a las navieras propiciaron que entre este año y el próximo haya por lo menos ocho rutas fijas. Esquema de incentivos que también se reproduce en Panamá y Puerto Rico”, expuso.

Aseguró que México además de desaprovechar el mercado de cruceristas como turistas, también lo ha hecho como abastecedor de insumos a los barcos y su tripulación. En el primer caso porque se trata de ciudades flotantes que requieren desde blancos, artículos de limpieza y aseo personal, hasta vinos y alimentos de calidad; mientras los tripulantes compran todo tipo de productos para uso personal y doméstico, así como decorativos.

Ronan, también representante de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA, por sus siglas en inglés) puntualizó que en el caso de México las empresas de crucero “no solicitamos subsidios ni subvenciones, pero sí certidumbre jurídica para hacer planeación, porque siempre existe el riesgo de que se aumente algún impuesto o derecho”.

Destacó que en el país existe “el mal entendido de que no pagamos impuestos o derechos, las empresas de cruceros sí lo hacen y especialmente México es uno de los países más caros. Sólo por derecho de puerto se pagan entre 20 mil y 40 mil pesos, dependiendo del tamaño del barco por llegada; también se pagan entre uno y cuatro dólares por pasajero por embarque y desembarque, de tal forma que al hacer una suma de todo lo que se paga y se divide entre el número de pasajeros, resulta que en México se pagan entre 12 y 25 dólares por crucerista, y eso lo coloca por arriba de lo que cobran otros puertos”.

Aseguró que si en México se aplica el cobro del derecho por servicios de migración estimado en 25 pesos por crucerista, como está previsto por Hacienda, el país perderá más atractivo para los empresarios.