■ La situación muestra que el capitalismo salvaje “ha fracasado”
Pide la Iglesia a funcionarios ser realistas ante la crisis en EU
■ Advierte la arquidiócesis que México será uno de los países más afectados
La grave crisis económica de Estados Unidos ha demostrado que el capitalismo salvaje y especulativo “ha fracasado” y ya es tiempo de revertir el modelo hacia una economía socialmente responsable que involucre a todos, afirmó la arquidiócesis primada de México, la cual criticó a los funcionarios mexicanos por sus declaraciones “irresponsables” de que el país no se verá “muy afectado, cuando seremos, en realidad, uno de los más dañados”.
Pidió que los gobernantes mexicanos sean “más realistas y prudentes” en sus declaraciones, orientadas a enfrentar con seriedad la crisis que se aproxima, pues las remesas tienden a disminuir, el regreso de migrantes aumentará y no hay perspectivas de generación de empleo, con lo cual se cancelan las perspectivas de desarrollo de la economía nacional.
En el editorial del semanario Desde la Fe, que edita la arquidiócesis de México, se señala que nadie puede alegrarse del actual fracaso económico de los Estados Unidos, porque en el contexto de la globalización seguramente todos sufrirán las consecuencias de una u otra forma, “comenzando por nuestro país, que está vinculado estrechamente debido a los más de 2 mil kilómetros de frontera común, millones de migrantes y 90 por ciento de nuestro comercio exterior”.
El problema es mundial
Si los países asiáticos, europeos e incluso africanos sientenlos efectos de esa crisis, con mayor razón México, “aunque nuestros políticos lo nieguen. El problema norteamericano (sic) se ha convertido en un problema mundial”, señala la publicación.
“Es claro que seremos uno de los países afectados y más vale dar los primeros pasos hacia la reactivación de la economía interna, donde falta mayor audacia administrativa para impulsar la obra pública y la inversión dirigida al consumo nacional; elevar los deprimidos salarios nacionales para fortalecer la clase media e incrementar las condiciones de vida de los más pobres, y limitar los capitales especulativos y volátiles sin provecho social. Falta, en otras palabras, una intervención más comprometida del Estado en la dirección y orientación del desarrollo económico del país”, considera la arquidiócesis de México.