■ En Acapulco se manifestará el voto duro, prevé investigadora
Violencia, cacicazgos y narco marcan comicios en costa y Tierra Caliente
Chilpancingo, Gro., 4 de octubre. Los comicios de este domingo estarán marcados por la violencia en varios municipios, principalmente en la Costa Grande y Tierra Caliente, donde los cacicazgos aún mantienen sus cotos de poder, sin importar a qué partidos pertenezcan los políticos. Otro actor sería el narcotráfico, señala Arturo Miranda Ramírez, investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
En entrevista con La Jornada, señaló que en los años 60 y 70 “los gobiernos priístas introdujeron el narco en las zonas costa Grande, Chica y Montaña, precisamente, según su visión, para quitar base social a la guerrilla.
Hoy estamos viendo las consecuencias de su torpeza basta ver toda una ola de ejecuciones en esas regiones y sobre todo en la Tierra Caliente, dijo.
Guerrero “ha sido laboratorio para la represión, desde la época de las guerrillas de Lucio Cabañas y Genaro Vázquez; incluso mucho antes, los guerrerenses hemos padecido masacres, estrategias contrainsurgentes y de guerra de baja intensidad.
Rosa Icela Ojeda Rivera, otra investigadora de la UAG y ex consejera electoral, asegura por su parte que la violencia que hemos visto “no es un fenómeno ni nuevo ni estrictamente asociado a lo electoral”.
La violencia reciente, asegura, es “normal” y en algunos municipios muy confrontados, con elecciones polarizadas, como en Acapulco, se va a manifestar “lo que se conoce como voto duro, eso quiere decir que va haber un segmento muy pequeño de ciudadanos no identificados con partidos que puede repercutir en el porcentaje de votantes, y quien gane va a ganar con un margen pequeño, posiblemente cuatro o cinco puntos”.
El cacicazgo también juega un papel importante en la formación de la nueva geografía política del estado. En la Costa Grande, la presencia de Rogaciano Alva, ex alcalde priísta de Petatlán (1993-1996) y líder de la Unión Regional Ganadera de Guerrero durante más de 15 años, ha sido esencial en las aspiraciones políticas de muchos priístas y perredistas. Se le liga al asesinato de la defensora de derechos humanos Digna Ochoa, ocurrido el 19 de octubre de 2001.
Forjado como cacique cercano al entonces gobernador Rubén Figueroa Alcocer, Rogaciano Alva, a quien en mayo pasado le ejecutaron a 17 de sus compañeros ganaderos –incluidos dos de sus hijos– y le secuestraron a su hija, en los años recientes apoyó a sus amigos sin importar su militancia, como al perredista Antonio Armenta Miralrío, a quien ayudó para que fuera alcalde de Petatlán, cargo que aún mantiene. Se menciona que también apoya a candidatos a alcaldes y diputados del PRD y del PRI en Zihuatanejo, Petatlán, La Unión, Atoyac y Tecpan de Galeana.
Incluso hay quienes afirman que tiene una relación cordial con el perredista Carlos Reyes Torres, también ex alcalde de La Unión (2003-2005) y ahora coordinador del Congreso local, así como con el priísta Cervando Ayala Rodríguez, actual alcalde de ese municipio, quien el jueves pasado acusó al diputado de estar detrás del asesinato de su sobrino Adolfo Bucio Ayala. Se dice que la amistad de los tres data de cuando Reyes Torres era priísta.
Varios hechos de violencia, al parecer ligados con la disputa de territorios entre los cárteles de la droga, han ocurrido en la zona. El 15 de junio, durante el proceso interno del PRD, balearon la casa del precandidato a edil de Zirándaro, Marcial Cárdenas Sánchez; al otro día fue ejecutado Leobardo Saldaña Espinosa, regidor del PRD, así como su asistente.
Apenas el 28 de septiembre, el ex alcalde de Zirándaro y aspirante a diputado local, Catalino Duarte Ortuño, fue baleado cuando regresaba de su cierre de campaña.
Otra zona donde existe fuerte presencia del narco es La Montaña, en la que se ubican los municipios mixtecos de Metlatónoc, Malinaltepec, Ahuacuotzingo, Olinalá y Xalpatláhuac, donde se siembra amapola y mariguana.