■ “No venga, no lo vamos a extrañar”, le responde Rafael Correa
Desata nueva confrontación la negativa del presidente Uribe de viajar a Ecuador
Quito, 4 de octubre. Colombia y Ecuador se enfrascaron el sábado en una nueva serie de acusaciones respecto del control de la frontera común, alejando la posibilidad de reanudar en el corto plazo las relaciones diplomáticas entre ambas naciones andinas.
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, y de Ecuador, Rafael Correa, habían acordado una tregua para reducir el nivel de confrontación entre ambos, tras un incidente que desató una crisis diplomática en la región, en un intento por mejorar sus relaciones.
Sin embargo, la negativa de Uribe de asistir a la cumbre de la Comunidad Andina (CAN) en Ecuador, el 14 de octubre, desató una nueva pugna que complica el proceso para reanudar las relaciones entre Quito y Bogotá, suspendidas desde una incursión militar colombiana a este país.
Uribe aseguró la víspera que no viajará a Ecuador debido a que no existen condiciones “mínimas” para visitar a su vecino, luego que Correa declaró a un diario brasileño que su par colombiano no era amigo y que jamás olvidaría el incidente militar de marzo.
“Señor presidente Uribe, ¿no quiere venir al país? No venga, no lo vamos a extrañar. Lo que quiere Colombia es que nos olvidemos que el primero de marzo hubo un bombardeo. Eso jamás”, dijo Correa en su programa radial.
Ecuador esperaba tener un acercamiento más directo con su vecino en la cumbre de la CAN, pero la negativa de Uribe, que Correa calificó de “grosera e insolente, complicó el proceso.
En medio del roce, Colombia pidió a Ecuador una colaboración “efectiva” para luchar contra la guerrilla, que según Bogotá realiza actividades de narcotráfico en campamentos dentro del territorio ecuatoriano y mantuvo secuestrados a funcionarios estatales.
Bogotá también reveló la supuesta ubicación de centros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Ecuador, dedicados al narcotráfico.
“El gobierno de Colombia reiteró su pedido al gobierno de Ecuador a tener una disposición efectiva de cooperación en la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico”, agregó en un comunicado.
El último incidente se produjo el mes pasado cuando Colombia denunció que cuatro miembros del Cuerpo Técnico de Investigación habían sido secuestrados por las FARC en el lado colombiano, pero llevados a Ecuador.
Los investigadores habrían estado cerca del fronterizo Pueblo Nuevo, en un campamento de las FARC junto a un laboratorio de procesamiento de hoja de coca.
La cancillería ecuatoriana dijo que por “prudencia” no respondió las acusaciones y que expresó en reservado su preocupación porque “probaría un nuevo incidente violatorio de la soberanía”.
“Argüir que Ecuador debe observar “una disposición efectiva de cooperación” antinarcotráfico resulta “inadmisible y cínico proviniendo del país, en la región, con mayor cultivo y producción de drogas ilícitas”, dijo Quito.