■ ONG exige que Derechos Humanos actúe; “se violaron garantías”
Los jóvenes que increparon a Calderón preparan manifiestos
Con una sensación de satisfacción “por ser congruentes” con sus ideales y pensamientos, los universitarios Andrés Leonardo Gómez Emilsson y Mario Jiménez Santiago afirmaron estar en desacuerdo con el régimen de Felipe Calderón, y así se lo hicieron saber: de frente, rodeados de decenas de estudiantes, ante representantes de los medios de comunicación y en un acto oficial, mientras el Presidente hacía uso de la palabra.
Un día después de que el primero llamó “¡espurio!” al titular del Ejecutivo federal y que, tras la detención de éste por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP), Jiménez Santiago gritó: “¡no hay libertad en este país!”, por lo que también fue aprehendido, ambos afirmaron estar contentos por haber hecho patente su inconformidad.
“No me puedo arrepentir de acciones como ésta; de no haber estado seguro no lo hubiera hecho”, señaló Gómez Emilsson, estudiante de 18 años del CCH Sur de la UNAM.
En tanto, Jiménez Santiago, tesista de la carrera de historia en la Facultad de Filosofía de la UNAM, de 24 años, subrayó que ésta no es la única manifestación en el país en contra del titular del Ejecutivo. “Lo que pasa es que son pocos los que tienen la oportunidad de plantarse frente a él”.
Gómez, quien por sus méritos académicos fue seleccionado por la Asociación Mexicana pro Colegios del Mundo para estudiar el segundo año de bachillerato en Noruega, manifestó sentirse “alegre y con el respaldo y solidaridad a mi actuar por parte de muchas personas”.
Instó a los jóvenes a manifestarse contra lo que no estén de acuerdo y a “ser congruentes” con sus valores y pensamientos. Refirió que los hechos del viernes pasado durante la entrega del Premio Nacional de la Juventud, al cual se hizo acreedor, no modificaron su opinión sobre Calderón.
“Nunca he sentido la mínima estimación por él, la imagen que tengo (de Calderón) no se modificará. Siempre he visto las incongruencias de su gobierno, por lo que (tras los hechos) no puedo estar más desilusionado de lo que ya estaba.”
Jiménez Santiago, quien ha recibido muestras de solidaridad, “aunque también mentadas de madre”, aclaró que no se llama Marco, sino Mario. “Desconozco por qué la Presidencia dio mal mi nombre, si se llevaron al menos 10 veces mi credencial de elector”. Anunció que prepara un pronunciamiento, con ayuda de sus compañeros de facultad.
Dijo tener miedo ante posibles represalias cuando ambos dejen de ser nota para los medios de comunicación. “Mis posiciones políticas las sostengo; no me arrepiento de lo que dije e hice. Pero creo que políticamente me tendré que reservar; por un rato no participaré en protestas públicas. Siento algo de temor porque primero me pidieron mis datos los del EMP, después la PFP y luego personas que no se identificaron. Gritarle al Presidente no es cualquier cosa, y menos en este país”.
El padre de Andrés, Luis Gómez, académico de la UNAM, refirió que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos debe levantar una queja de oficio para aclarar si la guardia presidencial incurrió en violaciones a las garantías fundamentales de ambos jóvenes. Anunció que, con asesoría de la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH), la próxima semana se presentará un pronunciamiento público por los hechos.
A su vez, la presidenta de la AMDH, Gloria Ramírez, señaló, en relación con el argumento de la Presidencia para justificar la actuación del EMP, que los estudiantes no pretendían agredir a Calderón, sino “simplemente manifestar su desacuerdo, con lo que ejercían su derecho a la libertad de expresión”.
Exigió a la CNDH actuar de oficio, porque “se dieron flagrantes violaciones a las garantías fundamentales como coartar la libre expresión, detención arbitraria, incomunicación y no acceso a un debido proceso”.