■ La obra de García Márquez, actual y terrible, señaló Carlos Payán

“Rodar Noticia de un secuestro no nos exorciza; estamos acostumbrados a denunciar”

■ El fundador de La Jornada y Epigmenio Ibarra, director de Argos, anunciaron la filmación en el Congreso de la Cultura Iberoamericana

Jorge Caballero

Ayer, como parte de las actividades del primer Congreso de la Cultura Iberoamericana, se dio a conocer la realización de la cinta Noticia de un secuestro, basada en la novela homónima del Nobel colombiano Gabriel García Márquez, y que protagonizará la actriz mexicana Salma Hayek, según dejó ver Epigmenio Ibarra, director de Argos Cine: “Hace unos días hablamos con ella y está muy interesada. Ya leyó una parte del guión y se entusiasmó” con el proyecto.

Ibarra añadió que realizar esta cinta fue un sueño que surgió hace 11 años, y que significa un gran compromiso, pero “nos sentimos muy satisfechos porque conocemos muy bien el asunto que llevaremos a la pantalla, sabemos a fondo sobre lo sucedido en esos tiempos en Colombia, así que lo escrito por García Márquez no nos es ajeno; muchas cosas que cuenta Gabo las hemos vivido en carne propia. Además, Noticia de un secuestro trata de una crónica periodística, muy diferente de lo que se puede leer en otros de sus trabajos, en los que utiliza el realismo mágico”.

Noticia de un secuestro será una coproducción de Argos Cine, de México; Caracol Televisión, de Colombia, y Costa Films, de Argentina; estará dirigida por Pedro Pablo Ybarra, y el guión estará a cargo de Aída Bortnik.

Ibarra agregó que gracias a este Congreso de Cultura Iberoamericana “hemos establecido acuerdos preliminares con productores españoles (Plural Entertainment, del Grupo Prisa y Filmax) que sumarán su talento, experiencia y recursos a este proyecto. Será una película continental”.

Entrañable amistad de 40 años

En su intervención, Carlos Payán Velver, fundador de La Jornada, recordó: “Ahora tenemos la oportunidad de llevar a la pantalla una obra de Gabriel García Márquez; no sólo es el deseo de hacerla por todo lo que representa Gabriel, además tenemos una larga amistad de casi 40 años. Recuerdo que una vez, cuando escribía Cien años de soledad, llegó agotado, desesperado, ansioso; salía de su casa para refugiarse en la mía, para tomarse un café o beber unos alcoholes y relajarse para continuar escribiendo. Hemos tenido una relación intensa, amable; colaborador del periódico La Jornada; una relación que va más allá de la amistad; el compromiso en las tareas periodísticas. Recuerdo la vez que me cedió los derechos para publicar en el diario Littín clandestino, en Chile; estaba ahí su agente y le mencioné que estaba presente, a lo que él respondió: ‘ella no cuenta, esto es para ustedes’. Le hablé al otro día y le dije que ya la había vendido a dos periódicos, que qué íbamos a hacer con el dinero, y respondió: ‘es para la revolución, es decir, para el periódico’.

“Esto lo cuento para mencionar que cada que Gabriel venía a México y estábamos filmando una telenovela en Argos, nos preguntaba qué íbamos a hacer, y luego iba con nosotros a las locaciones; o sea, es un privilegio tan suave tenerlo. Eso quería contar: por qué vamos a hacer esta película, además de tener una gran novela, una gran guionista, un gran director. Vamos adelante.”

Payán Velver agregó sobre los temas de la novela: el narcotráfico y el secuestro. “Este problema del narcotráfico es universal. El trabajo que hace García Márquez es actual y terrible, porque es un tema de investigación muy profundo; también por eso queremos llevarla a cine. Realizar esta película no nos exorciza; estamos acostumbrados a denunciar.”

En la conferencia de prensa también participó Pablo Lacerna de Caracol Televisión; el colombiano mencionó: “También soy periodista, y cuando digo que las realidades urbanas contemporáneas de México y Colombia son casi iguales, es porque uno no puede ignorar. Detrás de esto hay una historia de narcotráfico que agrede al Estado, que no ha acabado y que terminará con la legalización de la droga. En Colombia y en varios países de Latinoamérica fue más cómodo ignorar la realidad de lo que este negocio significaba para el cambio de la sociedad; los gobiernos creían que exorcisar era ignorar; en un momento estos gobiernos, que creían que es mejor convivir en silencio con el narcotráfico, se vieron agredidos y le declararon la guerra al grupo de Pablo Escobar Gaviria, pero no fue por un acto de reflexión, sino porque no pudieron ignorar el asesinato de su propio ministro de Justicia; entonces, el gobierno emprendió una guerra militar y viene la respuesta del narcotráfico.

“Lo que quiero decir con esto es que verán –además de los protagonismos humanos y personales de la historia– la guerra entre Estado y narcotráfico, una guerra política que ha convivido con nosotros durante mucho tiempo en todo el continente americano; por ejemplo, nadie habla del narcotráfico en Argentina, pero los dólares que se venden en el mercado negro no salen como frutos de los árboles; así en otros países.

“El narcotráfico no es la colombianización de México, es un fenómeno trasnacional; eso lo verán en la película.”

“Gabo me enseñó a mirar”

Por su lado, el director Pedro Pablo Ybarra, dijo: “Los miedos que tengo para hacer esta cinta son todos; sin embargo, este texto de Gabriel García Márquez es una crónica periodística y la vamos a centrar en una pareja para entender la historia. Es un gran reto para ser mi opera prima, pero tenemos un gran guión y un gran equipo”.

Ibarra retomó la palabra para agregar: “Esta película tiene de todo: acción, intriga política. Veremos al Estado retado por el narcotráfico y a un personaje legendario, que es Pablo Escobar, capo del cártel de Medellín, muerto hace algunos años. Escobar operará desde la oscuridad y veremos además una trama humana intensa, el de una pareja separada”. La producción se comenzará a filmar en el segundo trimestre de 2009, con locaciones en Colombia y México, y el estreno se prevé para 2010.

Epigmenio concluyó su participación, y mencionó: “A mí, como a muchos de mi generación, en aquellos aciagos días de la guerra en Centroamérica o de la narco-guerra en Colombia, y con la cámara al hombro, fue Gabo quien me enseñó a mirar; orientó mis encuadres me hizo sentir la pasión de contar lo que vive esta América nuestra.

“Vaya, pues, como tributo, como compromiso personal e indeclinable de mi parte –y de mis compañeros, estoy seguro– en esta aventura, la promesa de acercarnos siquiera a ese terrible, deslumbrante, dolorosamente actual y cercano drama que Gabriel García Márquez nos narra.”