■ En 2009 se restructurará el Centro de Control de Confianza
Se acercará el GDF a los jóvenes que abandonen sus estudios, anuncian
En noviembre próximo, el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del Distrito Federal (CCSPyPJDF), comenzará un programa de acercamiento a los menores, y sus familias, que abandonen los estudios de primaria y secundaria y otro de certificación de taxis seguros –a propuesta de los mismos usuarios del servicio– con el que también se procederá a retirar las concesiones de aquellos contra los que se presenten quejas, señaló el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon.
Por su parte, el secretario de Seguridad Pública (SSP-DF), Manuel Mondragón y Kalb, anunció que el próximo año se llevará a cabo la restructuración del Centro de Control de Confianza, la renivelación salarial de más de 9 mil policías que ganan entre 5 y 6 mil pesos mensuales para elevarlos a 8 mil pesos y una restructuración de los grados en la corporación, que actualmente tienen diferencias salariales de 50 y 100 pesos, para que dicho margen se amplíe a entre 500 y mil pesos.
Advirtió, sin embargo, que sólo la renivelación salarial tendría un impacto en el presupuesto de 192 millones de pesos, mientras que la restructuración de grados implicaría 15 mil promociones y la restructuración del centro de confianza contempla contratar 100 evaluadores adicionales a los 14 que hoy tiene, además de médicos, sicólogos, trabajadoras sociales, y poligrafistas.
Epigmenio Ibarra, en nombre de los nuevos consejeros, discrepó, “muy respetuosamente”, de Alejandro Martí García, padre del menor secuestrado y asesinado Fernando Martí Haik, en pedir a los funcionarios que si no pueden contra la delincuencia, renuncien.
“Me parece que sería lo más cómodo, sería tanto como rendirse, como claudicar. Yo exijo a las autoridades que no renuncien, no hablo del cargo ni de la nómina, hablo del deber: exijo que no renuncien jamás al deber de combatir en todas sus expresiones al crimen; que no eludan la tarea de defender, siempre con la ley en la mano, la vida y el patrimonio de los capitalinos; que no cedan a los delincuentes nuestras calles, que si es preciso, de eso se trata servir, caigan con honor en el cumplimiento de su deber.”