■ Incremento “considerable” en la morosidad de hipotecas: Fitch
Se desplomó en septiembre la confianza en la situación económica
La confianza de los consumidores mexicanos en la situación económica del país cayó en septiembre al nivel más bajo desde que esta información comenzó a ser recogida en 2002, reportó ayer el Banco de México, en un día en que surgieron más evidencias de la desaceleración de la economía nacional.
Fitch Ratings, una de las principales firmas de calificación de valores, informó este viernes de un incremento “considerable” en la morosidad de hipotecas durante julio y agosto pasado. En tanto, el Grupo Aeroportuario del Centro Norte, que opera entre otros el aeropuerto de Monterrey, reveló que espera una tasa de crecimiento negativa en el transporte de pasajeros este año, que atribuyó “a la mala situación de la economía de Estados Unidos y sus efectos en México”.
“No hay marcha atrás. La confianza del consumidor continúa cayendo y lo hará por varios meses más. Una recuperación en las expectativas se ve lejana”, resumió ayer mismo el grupo financiero Invex, al opinar sobre el reporte del Banco de México.
Cada mes, el banco central elabora un “índice de confianza del consumidor” a partir de la Encuesta Nacional de Confianza del Consumidor, que abarca 32 ciudades de todas las entidades federativas del país. El índice incorpora cinco elementos: dos evalúan la situación económica actual y la esperada del hogar de los entrevistados; otros dos captan las percepciones sobre la situación económica presente y futura del país; y un quinto considera la visión de los consumidores acerca de qué tan propicio es el momento actual para la adquisición de bienes de consumo duradero.
En el reporte difundido este viernes, el banco central dio cuenta de que el índice que reporta la percepción de los consumidores sobre la situación económica del país hoy, comparada con la de hace 12 meses, cayó a 81.2 por ciento, el nivel más bajo desde que en 2002 comenzó a ser recogida la información. El punto más alto, 114, se registró en julio de 2006.
La crisis financiera global podría comenzar a manifestarse de forma más importante en México, comentó Ricardo Aguilar Abe, analista de Invex, al exponer algunas de las causas que explican la caída de la confianza de los consumidores mexicanos. “Si bien el sistema financiero nacional no atraviesa por una situación tan compleja como la estadunidense, es un hecho que en México las condiciones de crédito podrían tornarse más estrictas debido al mayor grado de aversión al riesgo”, añadió.
El índice general de confianza del consumidor, que resulta de ponderar los cinco factores mencionados, se ubicó en septiembre en 88.6 puntos, caída de 15.9 por ciento respecto del mismo mes de 2007, informó el Banco de México.
“El deterioro en las expectativas de los hogares sigue siendo marcado”, apuntó Aguilar Abe. La expectativa de una menor inflación –la presión sobre los precios se atenúa con la desaceleración de la economía– podría ayudar a contener el deterior de la confianza de los hogares, añadió. Sin embargo, un escenario donde las familias cuenten con menores ingresos genera riesgos a la baja para el indicador, dijo.
“Las perspectivas para la economía en los próximos meses podrían empeorar, sobre todo si la situación global se torna más crítica”, mencionó Aguilar.
Frenón productivo
Otro dato que apuntaló la idea de que la economía mexicana comienza a acusar los efectos del frenón productivo en Estados Unidos fue aportado por la calificadora Fitch Ratings, que redujo la calificación de cuatro fondos que manejan créditos hipotecarios por aumento de la insolvencia en el sector.
Fitch México colocó en “observación negativa” cuatro bonos colocados en el mercado financiero local respaldados por hipotecas.
Es decir, el rendimiento que eventualmente pueden pagar esos bonos está relacionado con el hecho de que las hipotecas que los respaldan sigan siendo pagadas.
“Fitch ha detectado que los niveles de morosidad de los portafolios que respaldan las emisiones puestas en observación negativa se han incrementado de forma considerable en los últimos dos periodos de cobranza, julio y agosto, lo que ha repercutido en una disminución acelerada de los niveles de aforo”. La decisión obedece a que “el desempeño de la cartera de créditos hipotecarios que constituyen la fuente de pago de la emisión (de bonos) no ha mostrado signos de mejora alguna en los últimos dos meses”.
El Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA) anticipó que terminará 2008 con una variación de entre -1 a 1 por ciento en el tráfico de pasajeros totales, que atribuyó a un cambio en las condiciones económicas.
En 2007, los 13 aeropuertos de OMA, entre los que se cuentan Monterrey, Mazatlán, Acapulco y Zihuatanejo, movilizaron 15.14 millones de pasajeros, 19 por ciento más que en 2006, de acuerdo con información de la compañía.
OMA comentó que los factores que podrían seguir afectando las perspectivas del tráfico de pasajeros son: la situación económica adversa de Estados Unidos y sus efectos en la economía de México; los cambios en la estrategia de negocio de las aerolíneas nacionales y extranjeras para hacer frente al incremento en los precios del combustible; suspensión de operaciones de algunas aerolíneas; mayor competencia de otros destinos turísticos.