IMSS: ¿“monopolio perezoso”?
Después de anticipar los “nuevos” tres pretextos “amenazantes” que seguirán trazando un panorama institucional “complicado” (el “pasivo contingente” que representa la atención médica, los gastos médicos de pensionados y las guarderías); después de cumplirle cabalmente al sector asegurador con las rentas vitalicias, el politólogo Juan Molinar Horcasitas visitó Puerto Vallarta donde –casi asumiendo como propia la demanda del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) sobre portabilidad real de servicios médicos– declaró como “titular” del IMSS que: “la competencia entre los prestadores públicos y privados por los recursos y pacientes pondrá fin a los monopolios perezosos y a la ineficiencia de las instituciones de salud pública”.
En junio, Horcasitas informó que en rentas vitalicias por invalidez, el instituto había otorgado al sector asegurador –durante 2007– mil 529 rentas “30 veces más que las otorgadas en 2006”. Con ello, revivió una “industria” medio agonizante nacida con la “reforma” de Zedillo al IMSS (1995), y que entre 2003 y 2006 apenas recibió 114 casos. Para mayo de 2008, Molinar ya había otorgado otras mil 112. ¿Con qué argumento?
Según Horcasitas, las restricciones presupuestales condujeron a que su antecesor, Santiago Levy, operara una “modificación importante en los criterios médicos y procedimientos de otorgamiento de las pensiones de invalidez”.
Por ejemplo, “los diabéticos con complicaciones renales y glaucoma, enfermos de cáncer y personas que sufren insuficiencia renal, con una probabilidad de fallecimiento alta, permanecen en promedio cuatro años en la nómina de pensiones temporales, antes de ser otorgadas con carácter definitivo”. Aunque estos pensionados, agregó “recibían mensualmente su pago y la atención médica requerida, la política aplicada (por Levy) generó que no pudieran reclamar los beneficios de ley que su condición física les concede”.
Pero, “en noviembre de 2006”, sostuvo, “iniciamos un programa de revisión de los efectos de esta política”. Y así le empezó a cumplir al sector asegurador.
Después bastó con el aire de Puerto Vallarta, para que Horcasitas se precipitara a prescribir su “receta” para transitar de esos “monopolios perezosos” al ágil y esbelto Sistema “Único” de Salud que pretende conformar el calderonismo. Expansivo y como deletreando la Agenda para la Competitividad del CCE, afirmó que cualquier “derechohabiente del Seguro Social, conforme a la cobertura de servicio que le da el propio instituto, podrá ir al sector privado para recibir la atención si así lo desea, y será el IMSS el que le pague al prestador privado”.
Luego agregó que de lo que se trata es de “migrar hacia la conversión del mercado interinstitucional de los servicios de salud, en el cual los 40 prestadores que existen en el sector público –IMSS, ISSSTE, Sedena, Pemex, Semar, Seguro Popular y los 31 institutos estatales– tendrán que competir contra los privados por los pacientes”.
Claro que para Molinar es evidente que “el gobierno federal deberá resolver los problemas financieros, de corrupción y técnicos que enfrentan IMSS e ISSSTE”. Y que, a partir de 2011, “cuando el Seguro Popular concluya con el proceso de afiliación, deberá iniciar la conversión del sistema de salud”. Y así “la competencia entre los prestadores públicos y privados por los recursos y los pacientes pondrá fin a los monopolios perezosos y a la ineficiencia de las instituciones de salud pública”. Porque, según el politólogo, “sin importar condición laboral ni socioeconómica, los 105 millones de mexicanos podrán elegir dónde recibir desde la consulta médica y los medicamentos hasta alguna intervención quirúrgica”.
Así, la “receta” Horcasitas –repetida poco después ante el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas– para saltar del “monopolio perezoso” al esbelto Sistema “Único” consiste sólo en creer –con mucha fuerza– que la separación de funciones entre financiamiento y prestación generará por sí misma y casi automáticamente una nueva realidad en la “calidad” del sistema de salud. Curiosa “receta” que el Banco Mundial recetaba desde 1993 y que Santiago Echeverría adoptó para el IMSS-Zedillo priísta y que ahora, en su calidad de director de Prestaciones Médicas, repite para los “informados” panistas de Calderón.
¿No será, acaso que el verdaderamente “perezoso” es Molinar? Porque, dejando en automático el cumplimiento de las metas 2011 del fraudulento “Seguro” “Popular”, él ya no tendría más que aguardar que las fuerzas inerciales de su fantástico “mercado interinstitucional” hagan por sí solas lo que, antes Zedillo-Fox y ahora Calderón, han evitado deliberadamente hacer: ocuparse de la materia específica, del núcleo clínico de los procesos de atención que animan ese “mercado”, esquivando el reto mundial que postula la simple presencia de ese “mercado”. Finalmente, para el empresarialismo de los panistas de Calderón, el objetivo es poner las bolsas públicas al servicio de los establecimientos privados vía el Seguro Popular: “será el IMSS el que le pague al prestador privado”, tal y como declaró Horcasitas.
Eso sí, mientras el “mercado” vence naturalmente la “ineficiencia” y aplasta el “monopolio perezoso”, el director del IMSS puede seguir cobrando 200 mil pesos mensuales y concentrase con Calderón en la “decisiva” jornada electoral intermedia de 2009.
Los panistas Calderón y Horcasitas cumplen: a la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros en rentas vitalicias, al CCE con la portabilidad de los servicios médicos: un “mercado interinstitucional”. Mientras, los servicios del IMSS empeoran y la energía del SNTSS, después de que su secretario general Gutiérrez Fragoso se “autofacultara” para hundir las pensiones de los de nuevo ingreso, está concentrada en “autoampliarle” el periodo de responsabilidad de cuatro a seis años. ¡Hasta 2012! ¿En la línea vitalicia de Elba Esther Gordillo?
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco