■ Habrá incertidumbre y desorden en el sistema jurídico, sostienen
Sólo pauperización social generará la propuesta calderonista: PRI y PRD
La iniciativa de reforma legal que envió al Congreso Felipe Calderón, en la que plantea tolerar el consumo de drogas y convertir al narcomenudeo en un delito del fuero común, generó polémica entre legisladores de diversas fuerzas políticas.
Diputados de PRI y PRD rechazaron la iniciativa, por ser “reactiva y sólo generaría la incertidumbre y el desorden del sistema jurídico del país”. En tanto que los panistas se manifestaron en favor de la propuesta presidencial.
El priísta César Camacho Quiroz, presidente de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, advirtió que legalizar el consumo de drogas es sinónimo de pauperización social. “Cuando se trate de un asunto que ponga en riesgo la salud pública, la integración familiar o que pueda ser un elemento precursor de problemas de orden penal, por supuesto el PRI no acompañará este tipo de propuestas”.
En tanto, el perredista Alfonso Suárez del Real señaló que el Ejecutivo federal no puede incurrir en el envío de iniciativas que generarían la entropía, porque el problema de la inseguridad y la disolución social, a causa de la violencia, merece respuestas más estructuradas.
Refirió que el efecto más importante en el combate a la delincuencia organizada se observa en el golpeteo al patrimonio de ésta. “Hay que modificar sustancialmente temas fiscales que resuelvan interrogantes sobre cómo se lava el dinero producto de la venta de drogas; una mayor coordinación en labores de inteligencia, y entre otros rubros aplicar la extinción de dominio.
Para el ex priísta y panista, Diódoro Carrasco, es una propuesta de Calderón que forma parte de la serie de medidas que se han sugerido para atacar por distintos flancos el tema del narcotráfico y en este caso en particular, al narcomenudeo. Contrario a las razones de perredistas y priístas, el político oaxaqueño ponderó la iniciativa calderonista: “Es una medida sensata, reconoce que existen quienes tienen prescripción médica y pueden tener esos mínimos de consumo. Me parece que eso ayuda mucho a no criminalizar a ese sector de la población que por una razón de salud o derivada de su propia adicción tiene ese tipo de problemas. Es una medida oportuna, pero sobre todo, forma parte de una estrategia, como ustedes saben, mucho más amplia”.
Mientras, en el Senado, el legislador perredista Ricardo Monreal Ávila consideró que la iniciativa no pasará si implica la subordinación de los Ministerios Públicos locales a los federales. Señaló que entre las instancias del fuero común y del federal debe haber coordinación, por lo que aceptar la propuesta calderonista implicaría una grave violación a la división de poderes y autonomía de los estados. Dijo que tampoco aceptarán la creación de una policía investigadora, ya que el Ministerio Público es el único organismo facultado para investigar y que en todo caso se puede auxiliar con las policías.
A su vez, el senador del PAN Guillermo Tamborrel advirtió sobre la importancia de “no irnos por la puerta falsa de legalizar el consumo de drogas”, que más bien favorecería el crecimiento de la delincuencia en otros ámbitos.
Aseguró que la legalización del consumo de drogas es una estrategia que no ha funcionado y puso como ejemplo el caso de Holanda, donde ya se ha reconocido que fue una estrategia fallida. Aunque señaló que apoya la iniciativa del Ejecutivo también se dijo dispuesto a escuchar otras opiniones para enriquecerla y alcanzar la meta de abatir el consumo y la delincuencia organizada.
Ante el grave problema de inseguridad que se vive en el país, el senador panista Ricardo García Cervantes se pronunció por actuar sin temor, por lo que los legisladores deben aprobar dicha iniciativa presidencial
En Michoacán, el mandatario estatal, Leonel Godoy Rangel, se pronunció en contra de la legalización del uso de drogas “y menos las sintéticas que desde el primer día generan adicción”. Calificó la propuesta calderonista como un acto de benevolencia a los adictos para que no sean tratados, como delincuentes. “Habría que revisar el tema de la mariguana como ocurre en otros países”, y agregó que a los adictos se les debe tratar como enfermos.