■ Por unanimidad, los diputados dieron su aval; beneplácito de legisladores del PRI y PRD
Aprueba la Cámara la reforma constitucional para garantizar el derecho a la cultura
■ Es una propuesta acertada: León-Portilla
■ Se abre una ventana para el futuro, dice Lourdes Arizpe
Por unanimidad de 334 votos en favor, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó ayer la iniciativa de reforma constitucional para garantizar el acceso de las personas a la cultura y salvaguardar los derechos de autor.
Legisladores del PRD y del PRI expresaron su beneplácito con esa aprobación, que se presenta, señalaron, en un momento en que el país enfrenta una de las crisis de valores más graves de su historia.
Al respecto, el historiador Miguel León-Portilla, quien envió una carta a la Cámara, consideró que la cultura, referida a la creatividad humana, abarca desde el universo del saber y las artes hasta las normas que hacen posible la convivencia en la vida social y política. Y de la reforma, dijo: “Tener derecho a la cultura equivale a poder participar en el sentido más pleno en la vida de la comunidad. Por esto me parece muy acertada tal propuesta”.
También la antropóloga Lourdes Arizpe expuso que la cultura es una filosofía de vida que permite enriquecer todas las expresiones surgidas en la sociedad.
“Hoy se abrió una ventana para el futuro. Representa poner a México en un gran nivel de reconocimiento a la cultura. Esto contiene también la defensa de los derechos humanos y, sobre todo, representa un gran paso en la lucha contra la desigualdad y la marginación”, manifestó Arizpe en entrevista.
Al argumentar en favor del dictamen, el presidente de la Comisión de Cultura, Emilio Ulloa Pérez, recordó que en las constituciones de 1857 y de 1917, “jamás se planteó como un apartado y de manera específica el acceso y el disfrute a la cultura. Es decir, dos siglos después definimos un tema que hoy, ante la circunstancia de la violencia, es reflejo de que sí podemos construir acuerdos con principios, y que cada partido mantenga su identidad y proyecto político”.
El legislador del PRD sostuvo que para contener la violencia en las calles de México, “no necesitamos más patrullas ni más policías. Necesitamos darles oportunidades a los jóvenes: que vayan a una casa de cultura a convivir, a educarse, a desarrollar el intelecto”.
Crisis de valores
La diputada priísta Beatriz Pagés refirió que se proponía al pleno reformar el artículo 4º constitucional, donde se incluyó el derecho al acceso a la cultura, en un momento que la nación enfrenta una de las crisis de valores más graves de su historia, y “cuando la cultura de la muerte nos ha tomado como rehenes, se ha empoderado para sustituir a la cultura de la vida”.
Dijo que el acceso a la cultura es un bien democrático, pero que el de ayer apenas es un peldaño para que la cultura deje ser una mera pieza de museo y se transforme en instrumento de progreso y desarrollo.
“Si se quiere ganar la guerra a la violencia y al crimen organizado; si se pretende combatir los orígenes de la ilegalidad, de la corrupción e impunidad; si se pretende construir un ciudadano diferente al actual, entonces deben fortalecerse, desde diferentes ámbitos, los valores y principios que den arraigo a la sociedad.”
Planteó que la reforma no debe ser vista sólo como un acceso libre a espacios de creatividad, sino una oportunidad “de recuperar lo que la dictadura del libre mercado nos arrebató: la identidad, el sentido de pertenencia, la solidaridad y compromiso con nuestro destino; nos quitó la unidad y ahondó la injusticia social. Por eso hoy México, además de pobres, produce muertos Debemos comenzar a darle viabilidad a un México atrapado en la cultura del cinismo y del caos”.
Por su parte, el diputado Alfonso Suárez del Real explicó que a partir de la reforma, tendrán que construirse las políticas culturales de Estado, la definición de un órgano autónomo coordinador de la cultura, las políticas de descentralización presupuestal y el combate a la oligarquía rapaz.
“Es el momento de rectificar. No sólo es un instrumento eficaz en la recuperación de la seguridad pública, sino que la cultura permite dotar de contenido al imaginario de los mexicanos. Es factor de cohesión social y de identidad para establecer el nuevo contrato social que la comunidad nos exige”, expresó.