■ Conmemoraron 70 años de la Casa de España, antecedente de El Colegio de México
El Colmex seguirá cultivando las humanidades y las ciencias sociales, afirma su titular
Cuando se fundó la Casa de España en México, “la apuesta por las ciencias sociales resultaba urgente, hoy no sólo es urgente sino también indispensable”, dijo la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Josefina Vázquez Mota, durante la ceremonia conmemorativa del 70 aniversario de la institución que después se transformaría en El Colegio de México (Colmex).
En el mismo acto, el príncipe Felipe de Borbón ofrendó “un especial recuerdo” a los exiliados españoles que participaron en la fundación de la Casa de España y agradeció “el calor de la patria mexicana” que los acogió: “en nombre de todos los españoles, quiero dar las gracias una vez más a este México bienamado, por la acogida que quiso y supo ofrecer a nuestros compatriotas”.
Vázquez Mota también ratificó a las humanidades “como divulgadoras de ideas que deben transformar nuestra nación; desde su fundación, este colegio ha cultivado una serie de elementos seminales que hoy quiero refrendar, porque significan el compromiso de México con la búsqueda y divulgación del conocimiento con un espíritu crítico, porque son la simiente de una educación de la más alta calidad, con equidad universal para los mexicanos”.
Por su lado, en otra parte de su intervención, Felipe de Borbón insistió en que “El Colegio de México contará siempre con el apoyo de España y con la gratitud de los españoles que también siente como propia la historia fecunda de esta casa”.
También intervino la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa Cantellano –por cierto, egresada del Colmex– quien luego de subrayar la importancia de la institución tanto en México como a escala internacional, reconoció “la generosidad del presidente Lázaro Cárdenas” al abrir las puertas del país a los intelectuales peninsulares.
Al final de su participación, Espinosa Cantellano acudió a palabras de Jesucristo para desear larga vida al Colmex: “viva no otras siete, ni 70 décadas más, sino 70 veces siete, que es, como saben, una forma de decir por siempre”. Según los evangelios, setenta veces siete es el número de veces que –dijo Cristo– un creyente debe perdonar una ofensa.
Tradición y renovación
La primera intervención durante la ceremonia conmemorativa, realizada en la sede del Colmex, fue del presidente de la institución, Javier Garciadiego, quien aseguró: “seguiremos siendo una institución académica que dé prioridad al cultivo riguroso de las humanidades; siempre seremos una institución académica dedicada al estudio de las ciencias sociales.
“Nos comprometemos–añadió– a seguir siendo una institución plenamente internacional, para ofrecerle a México ventanas que miren al norte y al sur de nuestro continente, a Europa, África y Asia.
“Nos comprometemos a seguir proporcionándole al Estado mexicano instrumentos analíticos adecuados para, a través de correctas políticas públicas, se alcancen los beneficios que requieren los habitantes de este país.”
Garciadiego dijo que El Colegio de México seguirá fiel a sus orígenes, “pues estamos convencidos de que una institución que traiciona su naturaleza congénita, se desdibuja fácilmente, aunque también sabemos que una institución que no cambia ni se actualiza, termina por oxidarse”.
Finalmente, reconoció que en la actualidad el Colmex “vive el doble proceso a que están obligadas todas las instituciones: cuidar su tradición y buscar su renovación”.
Fue significativo que durante toda la ceremonia –acaso por formalismo diplomático– no hubiera mención explícita a las razones por las que tantos españoles tuvieron que salir de España: la llegada al poder del régimen dictatorial de Francisco Franco, quien derrocó al gobierno republicano, con la idea de reinstaurar la monarquía.
Se habló de solidaridad y generosidad, pero en la ceremonia tampoco hubo mención explícita de la importancia que tuvo en la definición de una política exterior mexicana durante el siglo XX, la decisión de Lázaro Cárdenas de abrir las puertas al exilio español.