■ La crisis financiera internacional afectará la producción, reconoce Alejandro Werner
El desempleo y baja capacidad de pago incrementarán la morosidad en créditos
■ El gobierno estudia medidas para que la economía mexicana no resienta efectos adversos, dice
Alejandro Werner, subsecretario de Hacienda, advirtió que en la medida en que la desaceleración económica de Estados Unidos se acentúe México sufrirá un efecto negativo en el empleo y en la capacidad de pago de las familias, lo que repercutiría en un ascenso en la morosidad de los acreditados.
Reconoció que la crisis financiera internacional ocasionará una contaminación por el lado del sector real ya que impactará las exportaciones, las remesas y esto provocará una contracción y encarecimiento del crédito y una baja en el consumo que causará una desaceleración de la economía nacional.
“Si bien no hay un problema sistémico, sí hay una situación en la cual el propio ciclo económico nos va a generar en muchas de nuestras instituciones una situación más complicada de lo que hemos visto en los últimos cuatro años, de 2004 hasta 2007, que han sido años muy buenos para la actividad crediticia”.
Al inaugurar el Primer Congreso de Financiación de Consumo y Medios de Pago, afirmó que el gobierno federal estudia las medidas para que la economía mexicana no resienta los efectos de la crisis mundial y reconoció que la baja en las remesas contribuirá a un menor crecimiento del país y se prevé que continúe la volatilidad del peso mexicano y de las tasas de interés.
Indicó que la Secretaría de Hacienda está evaluando posibles medidas contingentes que pudieran adoptarse en caso de que la recesión en la economía estadunidense sea más severa. “Estamos haciendo una evaluación, y sí son momentos muy difíciles para hacer estimaciones porque la incertidumbre es muy elevada, pero estamos en ese proceso de estudio y cuando tengamos una definición se las haremos saber”.
Sin embargo, consideró que la economía mexicana se encuentra relativamente fuerte. “Desde el punto de vista financiero, el gobierno tiene un déficit en cuenta corriente de apenas 0.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), además nuestros requerimientos financieros los fondeamos en los mercados domésticos y lo mismo está ocurriendo en el mercado corporativo y el sistema bancario se encuentra altamente capitalizado con casi el doble del mínimo regulatorio y en ese sentido no vemos ninguna fuente de contagio directo al sistema financiero”.
Impulso a la construcción de vivienda e infraestructura
Mencionó que para contrarrestar parcialmente estos impactos habrá un mayor estímulo a la construcción de vivienda e infraestructura, así como aumento en el gasto público y la banca de desarrollo estará detrás de los intermediarios financieros y de nuestras empresas para aminorar el impacto de la recesión crediticia en el sector productivo del país.
“El crédito bancario sigue creciendo a tasas muy importantes en términos anuales, pero se ha desacelerado de manera importante y destaca lo que es el crédito al consumo, el cual en los últimos cinco meses se ha venido reduciendo”, dada la actitud más precavida y defensiva de los bancos, mejorando el análisis de riesgo con procesos de cobranza más eficiente.
Señaló que la desaceleración es resultado principalmente de menor crecimiento de las exportaciones. En producción, la caída más fuerte en el crecimiento ha sido observada en la minería, si bien el crecimiento es menor en todos los sectores.
Por su parte, Francisco Gil Díaz, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, aseveró que hacia adelante, más que la crisis internacional, lo que debe de preocupar a México es cómo resolver su baja en la producción de petróleo y cómo mejorar la productividad y competitividad de las empresas.
En entrevista, el ahora director general de Telefónica confió en que las medidas contingentes que prepara el gobierno federal contribuirán a que sea menos severo el impacto de la crisis.
Dijo que la magnitud de la crisis y sus efectos son difíciles de precisar porque existen una “telaraña” de créditos respaldados por garantías colaterales por lo que aún no se puede conocer el tamaño de la desaceleración internacional.