■ “Se va a sentir una menor actividad económica”, advierte presidente del BBVA Bancomer
A la disminución de remesas seguirán menor demanda interna y consumo
■ Cadena de tiendas reduce el otorgamiento de crédito y refuerza mecanismo de cobranza
Ampliar la imagen Mercado cambiario de Nueva York Foto: Ap
La desaceleración de la actividad económica en México “se está materializando”, advirtió ayer Ignacio Deschamps, presidente y director general del Grupo Financiero BBVA Bancomer, el más importante del país.
“En la medida en que la situación se torne más difícil, se afectará el ingreso de remesas –la segunda mayor fuente de divisas del país, después de la exportación de petróleo–, la demanda interna y el consumo privado, aseguró luego de presentar un programa de educación financiera auspiciado por la institución. “Se va a sentir una menor actividad económica, pero eso no es ninguna sorpresa, no es nada que no se hubiera anticipado”, dijo.
Ante un entorno de menor crecimiento económico, el directivo bancario sugirió que los consumidores hagan un “uso prudente” del crédito, del cual, aseguró, todavía hay una oferta importante por parte del sistema bancario.
“Cuando la situación es más complicada, es necesario reforzar los conceptos de prudencia, ahorro y buen manejo del crédito, que se va a necesitar después, cuando haya oportunidades de hacer crecer el negocio o de adquirir otra vivienda”, añadió.
Sin afectación por crisis en EU
En el caso de Bancomer, sostuvo que “sólo un pequeño sector” de sus clientes tiene deudas por encima de su capacidad de pago, al tiempo que aseguró que las operaciones del grupo no se han visto afectadas por la crisis financiera en Estados Unidos, país donde el consorcio opera una red bancaria regional.
El programa de educación financiera de BBVA Bancomer pretende que al menos 250 mil personas cada año participen en las diferentes alternativas de formación, tanto en aulas instaladas en sucursales, equipos remotos, unidades móviles e incluso en las propias empresas.
La estrategia de educación financiera de Bancomer gira en torno a los conceptos de ahorro y crédito e incluye herramientas para calcular el monto de las pensiones que recibiría una persona, los plazos en que puede pagar una deuda y un “semáforo” que indica a los usuarios cuando llegan a un nivel de sobreendeudamiento.
Por otra parte y ante la crisis financiera internacional, empresas mexicanas comenzaron a adoptar medidas de protección mediante una reducción de sus actividades.
Por ejemplo, la tienda departamental Almacenes Coppel, que entre otras líneas de negocio opera las zapaterías Canadá y ofrece servicios financieros, decidió recortar de tajo 40 por ciento de sus planes de crecimiento para estar en condiciones de enfrentar los efectos de la crisis financiera internacional y una previsible caída en el consumo.
El grupo, con 47 mil 900 empleados y 722 puntos de venta en el país (departamentales, mueblerías, zapaterías y tiendas de ropa) informó que paralelamente “se está conteniendo el ritmo de crecimiento del crédito otorgado en tiendas” al tiempo de fortalecer su cobranza. Lo que da una idea de la preocupación de la empresa, es su decisión de fortalecer su centro de atención telefónica de cobranza a la que se le aumentaron mil “posiciones” para trabajar en dos turnos, y el hecho de que 13 por ciento de su plantilla laboral, 6 mil 227 trabajadores, están dedicados a la recuperación de créditos en manos de 12.8 millones de clientes, pero de los que actualmente sólo la mitad son considerados “activos”.
Almacenes Coppel llega al mercado popular y recientemente otorga préstamos personales. Cerca de 90 por ciento de las ventas son financiadas mediante un producto de crédito simple, sin comisiones, de precio atractivo que permite al cliente pagar en mensualidades fijas”.
Ayer informó que la estrategia anunciada y que califica de “medidas prudenciales”, están enfocadas a “acumular una posición de liquidez más holgada para afrontar la coyuntura actual de los mercados financieros”.
Remojar las barbas
Mientras tanto, la calificadora Standard and Poor’s alertó a los inversionistas sobre los riesgos de incumplimiento en el pago de su deuda de la Corporación Mexicana de Arrendamientos (CMA) al verse limitadas las fuentes de acceso al crédito. La perspectiva de esta empresa, en consideración de la calificadora de riesgos crediticios, tiende a ser “negativa”.
CMA tendría que hacer frente al pago de 83 millones de pesos en los próximos nueve meses, pero a junio pasado sólo contaba en caja con un saldo de 3.5 millones, más los flujos esperados de cobranza de su cartera por aproximadamente 7.5 millones mensuales. “En este sentido, consideramos que la posición de liquidez podría verse deteriorada tras el incumplimiento de alguno de sus clientes”, consideró Standard and Poor’s.
En su alerta a los inversionistas la calificadora reveló que los “activos emproblemados” de CMA, compuestos por cartera vencida, restructuras de créditos y cuentas por cobrar, “ha dañado el perfil financiero de la empresa”, pues a junio pasado este renglón representó 15.3 por ciento de la cartera total y el corporativo cuenta con una baja cobertura de reservas de 9 por ciento.
Por su parte, el desarrollador de vivienda Sare comenzó a adoptar medidas de protección mediante la reducción de sus expectativas en el crecimiento anual de sus ingresos, optimización en el uso del capital de trabajo y la estabilización del nivel de deuda con costo.
En julio 2008, y ante la posibilidad de tener que enfrentar un entorno caracterizado por mayor incertidumbre y volatilidad financiera que la actual, Sare tomó diversas medidas encaminadas a proteger y consolidar su estructura financiera”.
Fue así que decidió reducir su crecimiento anual en sus ingresos; optimizar el uso de capital de trabajo; estabilizar el nivel de deuda con costo; operar preferentemente con base en su generación interna de flujo de efectivo y llevar el flujo libre a un punto cercano al equilibrio.
Cazaofertas
En una posición más agresiva, un fondo de inversión operado por el grupo financiero IXE decidió destinar más recursos para realizar operaciones especulativas con la compra de instrumentos de deuda más allá del 10 por ciento que se había fijado originalmente.
Este “fondo especulativo” dio a conocer una “estrategia temporal de inversión” para aprovechar “las condiciones de alta volatilidad que se han presentado en el mercado bursatil en las últimas semanas”. Fue así que a partir del 30 de septiembre anunció haber incrementado “el porcentaje de inversión en instrumentos de deuda mas allá del 10 por ciento indicado en el prospecto de inversión”.
(Con información de Víctor Cardoso)