■ También protesta contra Fidel Herrera por cancelar 107 audiencias, según campesinos
Intenta inmolarse líder indígena en Veracruz; reclama solución a disputa por 200 hectáreas
■ Se acordó liberar $2.2 millones para resolver el conflicto en el ejido Ocozotepec: gobierno estatal
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Socorristas rocían con extintores al dirigente indígena Ramiro Guillén Tapia, quen se prendió fuego, ayer por la tarde, en pleno centro de la ciudad de Jalapa, Veracruz. El activista fue socorrido por compañeros campesinos que lo trasladaron al hospital de la Cruz Roja, donde le diagnosticaron quemaduras de segundo y tercer grados
Foto: Sergio Núñez
Jalapa, Ver., 30 de septiembre. En protesta porque la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) no ha resuelto una disputa por 200 hectáreas de tierra a ejidatarios del municipio de Sotepan, Ramiro Guillén Tapia, dirigente del Comité Regional Pro Defensa de los Derechos Humanos del sur de Veracruz se prendió fuego en la Plaza Sebastián Lerdo de Tejada.
Los campesinos popolucas que acompañaban al líder agrario sofocaron las llamas con ayuda de paramédicos de la Cruz Roja que se encontraban cerca, y luego lo trasladaron al hospital de esa institución, donde le diagnosticaron quemaduras de segundo y tercer grados.
Andrés Cruz, otro de los representantes del Comité Regional Pro Defensa de los Derechos Humanos, explicó que uno de los motivos por los que Guillén Tapia intentó inmolarse es que el gobernador Fidel Herrera ha cancelado a los labriegos audiencias programadas en 107 ocasiones, desde hace dos años.
Los ejidatarios del municipio serrano de Sotepan reclaman la posesión de 200 hectáreas en el ejido Ocozotepec, predio que disputan a otro grupo de campesinos independientes.
Esta vez, los labriegos fueron citados en el auditorio Salvador Moreno Cora, ubicado en el interior de palacio de gobierno pero de última hora se canceló la reunión a la que asistirían el mandatario estatal y el delegado de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) en la entidad, Alberto Maza Abud.
En forma sorpresiva, pues ni sus mismos compañeros se imaginaron lo que haría, Guillén Tapia se trasladó a la Plaza Lerdo, se roció con gasolina y se prendió fuego ante la sorpresa de los transeúntes.
Cuando lograron apagar las llamas, con ayuda de un extintor, Guillén Tapia alcanzó a declarar: “Lo hice porque no sirve el gobierno, sólo son engaños y yo tenía que responder a mi pueblo popoluca”.
Después de lo sucedido, la Secretaría de Gobierno de Veracruz aseguró que no hubo omisión en el trato hacia los campesinos e incluso, señaló que por conducto de la Subsecretaría de Desarrollo Político se firmó previamente un convenio entre la organización, la SRA y el gobierno estatal para liberar dos millones 250 mil pesos para la solución del conflicto en el ejido Ocozotepec.
Carlos Ramírez Marín, director de Política Regional mencionó que el acuerdo fue firmado por el propio Guillén Tapia el 7 de julio, y en él los comuneros aceptaban liberar las 200 hectáreas a cambió de una indemnización económica contemplada en el Comité Técnico para la Atención de la Problemática Agraria en Veracruz.
“Entonces lo que nosotros vemos es que el señor Guillén pudo haber engañado a sus representados y al ser descubierto, amenazó con suicidarse”, aseguró el funcionario respecto al acto de inmolación del líder popoluca.