■ Aseguran los captores que el cargamento de armas pertenece a las milicias de Sudán
Tres muertos deja un tiroteo entre los secuestradores del buque Faina
■ La piratería en el Cuerno de África, “negocio multimillonario”, dice funcionario de la ONU
Mogadiscio, 30 de septiembre. Tres de los secuestradores que mantienen tomado el buque carguero Faina desde el pasado jueves, frente a las costas de Somalia, murieron hoy en un tiroteo entre los propios piratas, quienes al parecer empezaron a tener diferencias sobre si seguir o no con la captura del barco, informó un responsable de seguridad marítima.
Andrew Mwangura, coordinador del Programa de Asistencia a Navíos del Este de África, dijo que al parecer una facción de los piratas se puso demasiado nerviosa con la vigilancia de al menos tres barcos de guerra de Estados Unidos y Rusia.
“Algunos querían rendirse y abandonar el barco, y otros querían seguir” hasta obtener un rescate de 20 millones de dólares, aunque en los incidentes violentos ninguno de los 20 miembros de la tripulación resultó herido, agregó.
En tanto, el vocero de los piratas, Sugule Alí, afirmó que el cargamento de 33 tanques soviéticos y otras armas de fabricación ucraniana que van a bordo del Faina está dirigido a las milicias de la región semiautónoma del sur de Sudán, y no al ejército de Kenia, como insisten las autoridades de Nairobi y la compañía exportadora del arsenal, asentada en Ucrania.
“Confirmamos que esas armas no pertenecen al gobierno de Kenia, sino al sur de Sudán. Sin embargo, la propiedad de las armas no es nuestro problema, nuestro asunto son los 20 millones de dólares”, que “no son un rescate, sino una multa por transporte ilegal de armas en aguas somalíes”, señaló Alí en entrevista telefónica con la agencia Afp.
El problema de la piratería en esta zona del continente africano es tan grave, que bien puede compararse con el tráfico de los llamados “diamantes de sangre” durante la guerra civil en Liberia y Sierra Leona, declaró por su parte el representante especial de la Organización de Naciones Unidas en Somalia, Ahmedou Ould Abdallah.
La piratería moderna en el llamado Cuerno de África se ha convertido en un “negocio multimillonario que atrae a varios somalíes”, quienes usan “varias coberturas sociales y políticas para sus actividades ilegales”, advirtió el funcionario.
“Ningún barco, grande o pequeño, industrial o comercial, civil o militar” está a salvo, y aunque ya se han presentado al menos 55 ataques contra navíos en lo que va del año, con el secuestro del Faina “se cruzó una nueva línea”, aseveró Abdallah.
En otro asunto, el secretario del Interior alemán, August Hanning, afirmó que los secuestradores de 11 turistas europeos y sus ocho guías egipcios decidieron liberar ellos mismos a sus rehenes –luego de haberlos retenido diez días–, sin necesidad de una intervención de las fuerzas especiales que Berlín había enviado a la frontera entre Egipto y Sudán.
“Algunos de los secuestradores habían muerto antes o habían sido capturados por las fuerzas de seguridad sudanesas; entonces, los delincuentes restantes decidieron liberar a los turistas”, dijo Hanning en entrevista con el canal de televisión N-TV.
Uno de los rehenes, el alemán Bernd L., de 65 años, confirmó que no hubo ninguna operación armada de rescate y que los plagiarios eran “unos criminales medio simpáticos” interesados exclusivamente en el dinero.