■ Los fondos pedidos por Mouriño, para equipo y basificar a 600 empleados
La reforma del Cisen no prevé ampliar personal especializado
■ El titular de SG argumenta falta de recursos para tareas de seguridad
Ampliar la imagen Sobrevuelo de efectivos de la Agencia Federal de Investigación por Acapulco para reforzar la búsqueda de delincuentes. Trabajadores de la PGR denuncian que las naves son llevadas a centros particulares para su reparación, dejando de lado los talleres de la Dirección General de Servicios Aéreos Foto: Gonzalo Pérez
La restructuración del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) anunciada por Secretaría de Gobernación (SG) incluye la renovación de equipo para la búsqueda de información, pero no prevé ampliación sustantiva del personal especializado.
Si bien el presupuesto solicitado para el próximo año es 90 por ciento mayor al ejercido actualmente, las 608 plazas a que hacen referencia los titulares de Gobernación y del Cisen, Juan Camilo Mouriño y Guillermo Valdés, respectivamente, frente a legisladores, se encuentran ya ocupadas, con empleados en funciones desde hace varios meses. Además, ese paquete no corresponde en su totalidad a agentes de seguridad.
De acuerdo con fuentes de la dependencia, la apertura de cerca de 600 plazas, hasta ahora temporales, fue el único camino para atender el déficit de personal, pero no todas corresponden a actividades estratégicas, sino a personal administrativo y de otras áreas complementarias.
No hay cifras oficiales –actualizadas y disponibles– respecto al número total de empleados del Cisen, aunque informes anteriores de Hacienda daban cuenta de alrededor de 2 mil 800 plazas ocupadas en 2006, de las cuales casi la mitad corresponde a personal de confianza dedicado a la generación de información de inteligencia.
Gobernación solicitó una ampliación presupuestal significativa para avanzar en la restructuración del Cisen, pero la aceptación de los legisladores para incrementar la partida (de mil 270 millones a 2 mil 439 millones de pesos) no significará la creación de nuevas áreas, sino la basificación de las 608 plazas en referencia.
El Cisen, dependiente directo de la oficina de Mouriño, pretende redistribuir sus tareas, principalmente en lo que se refiere al área administrativa, con el propósito de “facilitar” el cumplimiento de las responsabilidades que le marca la Ley de Seguridad Nacional.
En el segundo informe de la SG se precisa acerca de la creación de 50 nuevas plazas, con vigencia a partir del primero de enero de 2008, pero fue hasta el pasado martes, durante su comparecencia ante el pleno de la Cámara de Diputados, cuando Mouriño se refirió a la necesidad de obtener mayor presupuesto para poder formalizar las 600 plazas que supuestamente ya están en operación.
Ante legisladores, el responsable de la política interna del país admitió que el Cisen no ha alcanzado el nivel de eficiencia que se requiere. Ya en julio del año pasado, Francisco Ramírez Acuña, entonces titular de Gobernación, atribuyó a la falta de recursos humanos y materiales la imposibilidad de detectar riesgos, como los atentados contra instalaciones de Pemex, cuya autoría se atribuye al Ejército Popular Revolucionario.
Poco más de un año después, también con detonaciones en la víspera, esta vez actos calificados de terroristas contra la población civil en Morelia, Michoacán, que dejaron un saldo de ocho muertos y decenas de heridos, Mouriño dijo ante diputados que “para el tamaño del reto que enfrentamos” para dar la lucha frontal contra la delincuencia organizada, “son insuficientes las capacidades del propio Cisen”.
De acuerdo con el discurso oficial, el objetivo es potenciar la capacidad tecnológica de ese centro, el cual define la obtención de información de “inteligencia” a partir de la recolección y procesamiento de datos para la toma de decisiones en materia de seguridad nacional.
Deben respetar derechos humanos
A este centro de inteligencia civil, creado en la década de los 80 tras la fusión de las direcciones Federal de Seguridad y de Investigaciones Políticas y Sociales, lo respalda la ley para hacer uso de “cualquier método de recolección de información”, sin afectar garantías individuales ni derechos humanos.
Para las labores propias de espionaje tiene que solicitar la autorización respectiva a un juez.
Según el informe de Gobernación, ya tiene programas para el desarrollo de capacidades de los empleados del Cisen, especialmente en metodologías de análisis de información para generar inteligencia básica, así como habilidades “para el óptimo funcionamiento y configuración del equipo técnico de integración tecnológica” para proporcionar soporte técnico a los usuarios del centro, que regularmente son los altos mandos de las dependencias que integran el Consejo Nacional de Seguridad Pública.