■ Cauteloso optimismo de opositores y Ejecutivo; el diálogo continúa el próximo lunes
Quienes rechazan la nueva Constitución “se oponen al pueblo” de Bolivia: Evo Morales
■ Llama el presidente a prefectos a permitir que los bolivianos con su voto decidan el destino del país
La Paz, 25 de septiembre. El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó esta noche que quienes se oponen al proyecto de nueva Constitución Política –aprobado por la Asamblea Constituyente– también se están oponiendo al pueblo, sobre todo están en contra de aquellos sectores, indígenas, campesinos y obreros, que por muchos años se movilizaron por una nueva Constitución para refundar Bolivia buscando la igualdad, tras haberse reanudado por la tarde en Cochabamba el diálogo con la oposición de derecha.
Al cabo de una reunión de dos horas las partes mostraron un cauteloso optimismo y decidieron sostener un nuevo encuentro el próximo lunes para continuar evaluando y discutiendo sus diferencias, y debido a que las mesas temáticas aún no habían concluido sus trabajos en relación con un impuesto a los hidrocarburos, que las regiones se niegan a ceder al gobierno central, y como hacer compatible el proyecto oficialista de nueva Constitución con las autonomías departamentales.
El mandatario indígena llamó a los prefectos (gobernadores) y fuerzas opositoras, en su discurso transmitido a todo el país, a permitir que sea el pueblo boliviano el que con su voto pueda decidir el destino del país, porque “votando pueden rechazar como también aprobar, es un derecho de cada ciudadano”, afirmó.
Ésta sería la primera vez que una Constitución sea aprobada con el voto del pueblo, apuntó Morales. No obstante, informó que en el diálogo de Cochabamba ha habido avances importantes, sobre todo en la mesa sobre la Constitución y las autonomías.
Planteó que ha escuchado que algunos prefectos quieren “constitucionalizar” las autonomías, si es así, dijo, “siento que caminamos bien en la misma línea”.
Pero el gobernante advirtió que “va a ser imposible”, por ser ilegal e inconstitucional, aplicar las autonomías en el marco de los Estatutos Autonómicos aprobados por los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando en elecciones viciadas.
Asimismo, informó que en la mesa que trabaja sobre la redistribución del impuesto directo a los hidrocarburos, ya se demostró que “no es cierto que el gobierno esté confiscando” recursos de las prefecturas por 3 mil millones o 4 mil millones de bolivianos (unos 571.5 millones de dólares), pero señaló que su administración está dispuesta a debatir con los prefectos y los municipios un nuevo pacto fiscal.
Concluyó su alocución con un saludo a los movimientos sociales que estaban movilizados en Santa Cruz para defender al país, quienes levantaron el pasado martes sus acciones, gracias a las cuales lograron que se recuperaran las instituciones que habían sido tomadas por los cívicos de los departamentos opositores.
Indicó que “cuando se trataba seguramente de buscar enfrentamientos toman sus precauciones y deciden desmovilizarse”.
Previamente a la reunión, a su llegada a Cochabamba, el presidente Morales acusó a sus interlocutores de la llamada Media Luna –Santa Cruz, Beni, Tarija y Pando, así como Chuquisaca– de “golpistas”, refiriéndose a los prefectos de esas regiones, pero aseveró que fracasaron y carecen de respaldo internacional, luego de sus “acciones terroristas”, como lo denunció ante Naciones Unidas, donde obtuvo apoyo a su gobierno y la democracia boliviana.
El mandatario instó a sus opositores a rechazar su proyecto constitucional con el voto y no con la violencia, y dijo que ahora los prefectos en rebeldía hablan de obtener una “autonomía plena”, que en la práctica significaría la independencia de sus respectivos departamentos, y que eso es lo que quieren plasmar en la nueva Carta Magna.
Rechazo a chantajes
Antes de la reunión con los prefectos, el vicepresidente de la república, Álvaro García Linera, también advirtió que el gobierno nacional “no aceptará chantajes de minorías” ni de fuerzas regionales en la mesa de diálogo que sostiene con los prefectos para pacificar el país, a la vez que señaló que pretender abrir otros temas del proyecto de nueva Constitución Política que fue aprobado por la Asamblea Constituyente, más allá de la autonomía departamental, “escapa a la competencia de los prefectos”.
Por su parte, la derechista alianza opositora Poder Democrático y Social (Podemos) pretende que en ese diálogo se incluyan temas del proyecto de Constitución como el carácter del Estado boliviano, justicia y otros, citó García Linera, a pesar de que Podemos sólo obtuvo 15 por ciento de los constituyentes y quiere modificar en las negociaciones un proyecto que aprobaron 168 asambleístas.
“Eso no es correcto, no tiene sentido alguno, no corresponde a la realidad política”, agregó el número dos del gobierno boliviano, quien señaló que si Podemos y los prefectos “tenían interés en modificar la Constitución, entonces que ganen las elecciones”.