■ Nunca lo permitiremos, dicen representantes ejidales y comunitarios de San Sebastián Bachajón
La Opddic pretende entregar al gobierno un banco de grava que invadió hace un año
■ La acción forma parte de las maniobras previas a la construcción de una autopista en la zona
Ejido San Sebastián Bachajón, Chis., 25 de septiembre. Las autoridades ejidales de San Sebastián Bachajón denunciaron hoy que “miembros del grupo minoritario” de la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) han estado “midiendo”, juntos con un “ingeniero”, los terrenos del banco de grava de cual se “apoderaron” hace más de un año. Y, lo peor, según los ejidatarios tzeltales, es que estas personas de la Opddic aseguran que el banco de grava “lo tienen dado al gobierno”.
Reunidos hoy en un paraje de la región, los representantes ejidales y comunitarios, adherentes a la otra campaña, declaran con firmeza: “Eso nunca lo vamos a permitir”.
Para dimensionar la disputa, y en general todos los conflictos que se suscitan aquí, basta señalar que los miembros de Opddic “no llegan a 300”, dice el comisariado ejidal y los representantes de la otra campaña, “mientras que nosotros somos alrededor de 2 mil ejidatarios en San Sebastián”.
A falta de mayoría, los de la Opddic cuentan con el respaldo del presidente municipal priísta de Chilón, Antonio Moreno López, a quien también se identifica con la organización. El pasado 6 de agosto, el gobierno municipal habría firmado un acuerdo con los correligionarios del alcalde para “entregar al gobierno” la mina. No queda claro bajo qué condiciones.
Como ya lo han hecho en ocasiones anteriores, los ejidatarios de San Sebastián Bachajón advierten que recuperarán pacíficamente el predio en el que se localiza el banco de grava, pues pertenece a todos los pobladores del ejido.
El interés en esa mina de grava parece vincularse directamente con la construcción, supuestamente inminente, de la autopista de cuota San Cristóbal de las Casas-Palenque, anunciada por los gobiernos federal y estatal. Si bien se desconoce el trazo exacto que tendría esa vía, nadie duda que atravesaría tierras de San Sebastián, en la ribera del río Agua Azul y vecino de las famosas cascadas, uno de los dos blancos principales del ambicioso proyecto carretero y “ecoturístico”; el otro lo son la ciudad de Palenque y su célebre zona arqueológica.
Aunque el grupo mayoritario se opone a dicha “concesión” de los priístas al gobierno, y también a la autopista, ya hay quienes hacen cuentas alegres respecto de esa obra y el caudal de negocios que la acompañarían. Beneficios, por lo demás, que se rifarán muy lejos de aquí, en las oficinas de constructoras y empresas turísticas, con toda la cauda de proveedores, financiadores y contratistas que es aludida explí- citamente en los planes y discursos del gobierno y sus promotores en el extranjero.
Tan lejos del gran negocio resultan estar los indígenas, pobladores y dueños de estas tierras, que inclusive en las filas de la oficialista Opddic cunden el desamparo y el descontento, y algunos ya buscan arreglos y alianzas con otras organizaciones, de preferencia progubernamentales. Incluso existe la noticia (no confirmada pero que estos ejidatarios no niegan) de que miembros de Opddic, al sentirse ignorados por el gobierno, han buscado acercamientos con la junta de buen gobierno zapatista de Morelia.