■ El campeonato muestra que el talento nacional puede crecer, dijo

Rojas desea competir por otro título en la serie Grand Am

■ El piloto mexicano se rehúsa a ser comparado con Pedro Rodríguez

Abril del Río

La victoria que Guillermo Rojas consiguió en dupla con el estadunidense Scott Pruett en la serie Grand American 2008, en la clase estelar Daytona Prototipos, es para el mexicano la demostración de que el talento nacional puede desarrollarse y responder a la exigencia del automovilismo mundial.

A su regreso de Estados Unidos, Rojas destacó la importancia que dieron los medios en el país vecino al campeonato y lo que representa para México después de tantos años de no haber tenido un campeonato profesional.

“Me siento orgulloso de que me haya tocado traerlo y vamos a trabajar muy duro para que podamos ganar más títulos. Es el momento de abrir más puertas.

“Ya llevamos varios años de exportar pilotos y creo que es momento también de importar campeonatos”, manifestó Rojas, quien conquistó seis carreras, se subió ocho veces al podio y obtuvo dos pole positions en 14 fechas de la Grand Am

“Este triunfo nos pone en la historia del automovilismo nacional e internacional”, dijo el piloto, quien se convirtió en el tercer mexicano ganador de Las 24 Horas de Daytona, después de que lo lograran Pedro Rodríguez y Salvador Durán.

No obstante, rechazó cualquier comparación con Rodríguez, hacia quien manifestó su respeto como estandarte del automovilismo mexicano, junto con su hermano Ricardo.

“A mí me llena de orgullo lo que muchos jóvenes están haciendo en en el extranjero, como Checo (Sergio) Pérez en la Fórmula Tres Británica, Esteban Gutiérrez (en la FMW) y los grandes que han obtenido este año.

“Alguna vez estuve en sus zapatos, en las categorías junior o de iniciación. Los dos tienen un gran futuro y lo que me toca a mí, espero les sirva a ellos como motivación, como impulso, porque como mexicanos tenemos que apoyarnos, y si jalamos todos para el mismo lado, nos esperan grandes cosas”, expresó.

El piloto de 28 años recordó su incursión en las categorías de iniciación en autos fórmula en Estados Unidos, y sobre todo en Europa, a los 22 años, y destacó: “si se quiere crecer, un piloto debe emigrar adolescente para desarrollarse verdaderamente”.

Lejos de pensar en un cambio de categoría para la siguiente campaña, al piloto de la escudería Telmex le gustaría consolidarse en la Grand Am, en búsqueda de un nuevo triunfo al volante del equipo Ganassi Racing que comparte con Pruett, quien a sus 46 años se mantiene en gran forma.

Emocionado, relató la relación con Pruett, quien lo había invitado a pisar uvas en su viñedo de California y a compartir una gran tarde, una semana antes de que se presentara un accidente que hizo peligrar su vida.

Su coequipero se estrelló durante la calificación de la penúltima carrera, en Nueva Jersey.

Pruett resultó ileso, pero “fue un momento muy feo. El coche estaba partido en tres y cuando me acerqué tenía los ojos cerrados, no respondía. Por fortuna, no le pasó nada”, indicó Rojas.

Mientras su coequipero estaba en el hospital, el equipo trajo de la base de Indianápolis un Lexus Riley de exhibición, le colocó motor, suspensión y sistema nuevos en las siguientes 24 horas; sólo así pudieron salvar el campeonato que estaba comprometido.