■ Se presentará los días 27 y 28 en en el teatro Sergio Magaña

Estilizar el tango es como tomar una cerveza sin alcohol: Jeannette Macari

Arturo Cruz Bárcenas

Jeannette Macari presentará su espectáculo de cabaret ¡Viva el tango!, el 27 y 28 de septiembre en el Teatro Sergio Magaña, en Santa María la Ribera, y el 19 de octubre, en la sala Blas Galindo del Centro Nacional de Cultura y las Artes. “A mucha gente en México le gusta el tango; ahora dicen que está de moda… ¡sí está!, pero también esos grupos que hacen renovaciones, de Argentina, y de otros países, pero en mi caso se trata del bandoneón, que toca Gabriel Fernández, y del piano, a cargo de Héctor Bocha Mazza; es decir, es algo más clásico”.

No le gusta mucho el tango estilizado a lo Broadway. “Los espectáculos a los que me refiero claro que tienen su feeling actual; no acompañan como se hacía con Carlos Gardel. Yo canto con mi voz plena, oscura, fuerte… ¡por eso me gustó mucho este género!, porque admite la gran emoción, el desgarramiento, pero también la voz plena.”

Asiente que para cantar tangos “se requiere mugre; en mis años de cantar, he tenido estas dos personalidades: una requiere gran disciplina de la voz, porque no soy cantante nocturna y sigo cultivando los géneros que tienen un requerimiento técnico fuerte.

“Sigo cantando cuando puedo una pieza de Poulenc; canté ópera mucho tiempo, y eso requiere mucho entrenamiento. Y la otra es a la que le gusta tener muchos amigos, ir a la cantina ¡y vivir! Yo siempre he sido vaga; me meto a donde puedo y luego me tengo que compensar para seguir a la otra, que es la que me exige tener el La bemol bien puesto para poder cantar Carmen, que es la ópera que amo.

“Los tangos sí requieren vagancia, mugre, y se necesita tener, al menos, 40 años. Yo no soy especialista en tangos porque no los he cantado toda mi vida, pero sí canté los primeros con mis amigos, que son Bocha y Gabriel. Espectáculos como Forever tango no me llegan; es como tomar una cerveza sin alcohol. ¡Qué horror! Es como un tango de exportación. Que está bien: a lo mejor es como el mambo para la exportación. Todo eso es válido en el mundo del espectáculo de hoy, pero ¡son franquicias!

“A mí todo lo que son franquicias, y más en el arte, me pone de malas. Si no voy a las flautas que se convirtieron en franquicia. El tango moderno sí me gusta, como el Gotan Project, no para que yo lo haga, pero del que sí creo que tienen factura y personalidad. Creo, por otra parte, que en la música mexicana sí hay un drama, en la vernácula, en el bolero, y hay un drama en el tango. Me identifico más con la música del tango porque tiene influencias que a mí me prenden. México tiene una gran capacidad de adoptar muchas cosas, al contrario de países que sólo consumen lo que producen en lo musical.”