■ El director alemán Lutz Köhler será batuta huésped de la Sinfónica Nacional Juvenil

Las orquestas de excelencia sólo se forjan “con trabajo en equipo”

■ Los atrilistas de origen latino se caracterizan por el “exceso de individualismo”, dijo el también pedagogo

■ Resaltó la “musicalidad genuina increíble” de los intérpretes mexicanos

Ángel Vargas

El reconocido director y pedagogo alemán Lutz Köhler indica que el “exceso de individualismo” es uno de los rasgos negativos que ha encontrado en el músico mexicano dentro del trabajo en una orquesta, como ocurre en general con el de origen latino, incluidos los de España e Italia.

Cuando menos así lo ha apreciado en lo que es su primer contacto con atrilistas nacionales, el cual ocurrió merced la invitación que le hizo el Sistema Nacional de Fomento Musical para dirigir como huésped el concierto de gala que la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil (OSNJ) ofrecerá el lunes próximo, a las 20 horas, en el teatro Metropólitan, en la capital de la República.

Se trata de la primera visita que el también director de la Escuela Superior de Berlín y titular desde hace 25 años de la Orquesta Juvenil de la Unión Europea hace a un país latinoamericano, aunque acepta tener conocimiento de la dinámica y algunos de los actores musicales de la región.

Entrega y fogosidad

En conferencia de prensa efectuada anteanoche, Köhler, en un somero análisis, destacó esa “musicalidad genuina increíble” que ha podido percibir en los intérpretes mexicanos, aspecto que también es inherente al ámbito latino, como lo son asimismo el entusiasmo, la entrega y la fogosidad, según aclaró.

No fue necesario, por otra parte, que Köhler calificara como negativo ese individualismo extremo que, dijo, ha podido notar como rasgo común entre los integrantes de la Sinfónica Nacional Juvenil. Y no lo fue, porque lo hizo mediante una analogía entre una orquesta y un equipo de futbol.

En particular se refirió al caso del Real Madrid, el cual, indicó, hace pocos años compró con mucho dinero a los mejores jugadores del mundo, pero de poco le sirvió al no obtener los resultados esperados.

“¿Qué fue lo que pasó?, pues simplemente los grandes nombres, como Zidane, Ronaldo, Beckham, no pudieron resolver un gran problema básico de todo grupo humano: lograr la unidad del grupo y trabajar en conjunto”, explicó.

“Lo mismo pasa con las orquestas. Para lograr integrar un gran grupo musical, de excelencia, trátese de una orquesta o un ensamble, se requiere de una capacidad que pocos tienen: trabajar en equipo.”

Máxima disciplina y respeto

Lutz Köhler afirmó que las mejores orquestas del mundo lo son, precisamente, porque han logrado constituirse en agrupaciones democráticas, y puso como ejemplo a las filarmónicas de Viena y de Berlín.

“Son grupos compuestos por 100 de los más talentosos y mejores músicos, pero que además tienen la gran cualidad de respetar a los demás intérpretes, poder trabajar en conjunto y no buscar el lucimiento personal, sino hacer lo que corresponde a cada uno en aras de la consecución del beneficio colectivo”, puntualizó.

“Es decir, permitir que los demás hagan lo suyo y respetarlos. Se trata de una verdadera democracia. Así es que (en la música, y en especial dentro de una orquesta) se requiere de un tipo muy especial de máxima disciplina y máximo respeto.”

La OSNJ está integrada por jóvenes músicos provenientes de diversos estados y orquestas del país.

La gala del lunes 29 reunirá a 400 participantes y el programa está integrado por la Cantata Alexander Nevsky, de Serguei Prokofiev; las oberturas de Las bodas de Fígaro y de West Side Story, de Wolfgang Amadeus Mozart y Leonard Bernstein, respectivamente, así cómo la obra De Juárez a Maximiliano, del mexicano Arturo Márquez.