■ Urge fortalecer el papel del Estado en tareas de financiamiento científico y tecnológico
Obliga la desigualdad a revisar el modelo de desarrollo: Narro Robles
■ Las universidades deben hacer bien su trabajo, formar recursos humanos de excelencia, señala la OCDE
■ Discuten expertos el papel del conocimiento en la lucha contra la injusticia social
Ampliar la imagen Los rectores de la UAM, José Lema Labadie; de la UNAM, José Narro Robles, y Rosaura Ruiz, presidenta de la Academia Mexicana de Ciencias, inauguraron la Semana de la Ciencia, Tecnología e Innovación Foto: José Antonio López
Investigadores y especialistas de más de 50 universidades del mundo afirmaron que uno de los retos más importantes para el desarrollo científico en el siglo XXI es determinar el papel que debe jugar el conocimiento en la lucha por combatir la inequidad y la injusticia social, pero también alertaron sobre la necesidad de fortalecer el papel del Estado, como uno de los principales “proveedores de recursos para impulsar el saber científico y tecnológico”.
Reunidos en la Semana de Ciencia, Tecnología e Innovación, convocada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el rector José Narro Robles afirmó que es necesario reconocer que en México, como ocurre en otras muchas naciones del mundo, “no se han alcanzado los niveles de bienestar humano, justicia social y desarrollo económico equilibrado”, por lo que consideró indispensable revisar la organización, modelos de desarrollo y las estructuras sociales.
Al inaugurar la red Policies for Research and Innovation in Moving the European Reserch Area (PRIME), como parte de los trabajos de la semana de la ciencia, advirtió que si bien es tarea fundamental discutir las políticas de desarrollo de ciencia, tecnología e innovación, “también lo es discutir sus implicaciones posteriores, que en estricto orden de prioridad serían el bienestar social, la justicia social que debería derivarse de esas políticas públicas, y el crecimiento económico que se requiere”.
La gran pregunta que tenemos que formularnos en una reunión como está, indicó, es “si de verdad estamos alcanzado el bienestar humano, la justicia social, y el desarrollo económico equilibrado en la mayoría de los países del mundo, y tendríamos que decir que no es así; por desgracia no hemos logrado ese desarrollo armónico de justicia social y crecimiento económico equilibrado que nos hemos propuesto”.
Narro Robles, insistió ante especialistas de diversas universidades del mundo, que si no se considera el desarrollo científico y tecnológico, “junto con el beneficio colectivo, estaríamos siendo egoístas, con una visión reduccionista de la utilidad del conocimiento y del desarrollo científico”.
Por su parte, Luis Sanz, presidente del Comité de Política Científica y Tecnológica de la OCDE, e integrante del PRIME, afirmó que uno de los principales retos para la consolidación del desarrollo científico en los países en desarrollo es la creación de las capacidades científico-técnicas que “les permitan absorber los conocimientos que se están generando en el mundo”.
Además, indicó, deben crearse los mecanismos y las instituciones que permitan la utilización, por parte de la sociedad, de esos conocimientos. No se trata, indicó, de que las universidades o los centros de investigación públicos se conviertan en empresas para contribuir en el desarrollo económico, ni tampoco en organizaciones no gubernamen- tales para proveer servicios sociales. “Se trata de que hagan bien su trabajo, formen recursos humanos de excelencia, y posteriormente, en las empresas, en el sector público y en el sector educativo, se puedan desarrollar.”
Señaló que para alcanzar estos objetivos se requiere una presencia constante del Estado en las tareas de financiamiento del desarrollo científico y tecnológico, pues agregó que “sólo en la imaginación se puede plantear un política científica pública sin el apoyo decidido del Estado”.
En el acto, en el que también participó el rector de la UAM, José Lema Labadie, especialistas y académicos reiteraron la necesidad de construir una visión de largo plazo para atender las necesidades que impone el saber científico en el desarrollo social y humano de este siglo.