Moscú: asesinan a ex diputado y miembro de clan checheno pro ruso
Moscú, 24 de septiembre. Una ráfaga a bocajarro con 12 balas de APS Stechkin, pistola ametralladora de fabricación local, acabó hoy con la vida de Ruslan Yamadayev, ex diputado de la Duma y miembro de la cúpula de un clan pro ruso de Chechenia, cuyos integrantes pasaron de aliados coyunturales a enemigos irreconciliables del actual gobernante de esa república norcaucásica, Ramzan Kadyrov.
El atentado mortal se produjo en pleno centro de esta capital, a escasos metros de la sede del gobierno de Rusia y justo enfrente de la embajada de Gran Bretaña. El único acompañante de Yamadayev, el general ruso Serguei Kiziun, antiguo comandante militar de Grozny, la capital chechena, resultó gravemente herido.
Los hermanos Yamadayev, Ruslan y Sulim, que en la primera guerra ruso-chechena combatieron desde las filas separatistas al ejército federal, en la segunda campaña se cambiaron de bando, igual que el clan de los Kadyrov, e incluso recibieron el título de Héroe de Rusia, la máxima condecoración del Estado, de manos del entonces presidente y actual primer ministro, Vladimir Putin.
Contrapeso del poder regional
Designado Ramzan Kadyrov sucesor de su padre, Ahmad, asesinado por la guerrilla independentista en mayo de 2004, los hermanos Yamadayev se convirtieron en una suerte de contrapeso del nuevo gobernante, Ruslan, desde un escaño de la Duma por la oficialista Rusia Unida y Sulim de comandante del batallón especial Vostok, formado por ex guerrilleros separatistas y supeditado al Ministerio de Defensa ruso.
La rivalidad de estos clanes por el poder en Chechenia derivó en ruptura y Kadyrov acusó a sus antiguos aliados de graves delitos –asesinatos y secuestros, entre otros–, al tiempo que la procuraduría chechena giró una orden federal de captura contra los Yamadayev, aunque para nadie era ningún secreto que los hermanos vivían tranquilamente en Moscú.
Y esa tranquilidad en mucho se debía a que siguieron prestando valiosos servicios a Rusia. El más reciente: Sulim Yamadayev y un grupo de sus mejores hombres del batallón Vostok, con amplia experiencia en la guerra de guerrillas bajo condiciones de montaña, participaron en los combates más difíciles en Osetia del Sur contra el ejército de Georgia.
Casualidad o no, el 18 de noviembre de 2006, en circunstancias similares fue asesinado en pleno centro de Moscú el checheno Movladi Baisarov, comandante del destacamento de asalto Goriets, subordinado a la Dirección de Inteligencia Militar de Rusia, quien también había roto con Kadyrov.