■ Firman pacto; entre los objetivos, dar batalla al cine de Hollywood
Países del Mercosur y la UE fortalecen sus cinematografías
■ John Malkovich presentó en San Sebastián Burn After Reading, de los hermanos Coen
■ Dirigirá una obra de teatro en México, adelantó
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“Soy un outsider en todas partes; estoy acostumbrado”, señaló el actor y director, quien arribó a la proyección de la película que protagoniza con un vistoso saco diseñado por él
Foto: Reuters
San Sebastián, 21 de septiembre. Tras dos años de negociaciones, los países miembros del Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay– más los asociados –Venezuela, Bolivia, Chile, Perú, Ecuador y Colombia–, y los de la Unión Europea (UE), firmarán un acuerdo de cooperación en diciembre próximo, por tres años (2009-2011), denominado Mercosur Audiovisual.
La iniciativa cuenta con un presupuesto de “un millón y medio de euros, aportados por la UE, además de una contrapartida mercosureña de 360 mil euros”, adelantó Eva Piwowarski, secretaria técnica de la Reunión Especializada de Autoridades Cinematográficas y Audiovisuales del Mercosur (RECAM), dentro del Festival de Cine de San Sebastián.
El proyecto de cooperación integra “la armonización de la legislación en el sector en los países del Mercosur, el fortalecimiento del sistema de información denominado Observatorio Mercosur Audiovisual, así como la creación de una red de 30 salas digitales, la conservación del patrimonio audivisual y la capacitación profesional y técnica del sector audiovisual”.
La firma del convenio intenta consolidar una visión estratégica conjunta que pueda contribuir a fortalecer las relaciones entre las cinematografías de ambas regiones.
“En la medida en que se consoliden esos espacios de cooperación, reciprocidad y complementación, se podrá fortalecer la presencia en las salas de las nuevas tecnologías, para la gran diversidad de expresiones audiovisuales latinoamericanas y europeas”, agregó Piwowarski.
La inquietud por desarrollar un convenio de cooperación con la Unión Europea tiene su antecedente luego de haber sido constituido el Mercosur, momento en el que también se propuso la creación de la RECAM, organismo oficial a cargo del tratamiento de las políticas sectoriales en el proceso de la integración regional, cuyo propósito es “desarrollar mecanismos destinados a promover la complementación y la integración cultural y económica de las industrias cinematográficas y audiovisuales de la región”.
El Mercosur, dijo la promotora, integra alrededor de 240 millones de habitantes.
La UE y Latinoamérica, añadió, “aun cuando son diferentes en cuanto a dimensiones, tienen los mismos problemas, entre ellos dar la batalla frontal al cine hollywodense”.
Los Coen y Malkovich, presentes
Dirigida por los hermanos Coen –conocidos también por el seudónimo de Roderick Jaynes–, el reconocido actor y también director de cine y teatro John Malkovich presentó aquí la más reciente cinta de los Coen, la comedia Burn After Reading (Quemar después de leer), la cual protagoniza, y que se proyectó dentro de la sección de Zabaltegi, del Festival de Cine de San Sebastián.
El actor y director de 54 años, quien lucía un vistoso saco diseñado por él, habló de su experiencia al trabajar con Joel y Ethan Coen, quienes se han colocado entre los mayores exponentes del cine independiente estadunidense.
“El trabajo de director es muy difícil, es mucha la presión; tengo cierta simpatía hacia ellos. He trabajado con muchos directores, desde principiantes hasta con quienes ya tienen una larga trayectoria. Intento ser siempre abierto para que logren lo que se proponen”.
Burn After Reading es una comedia de hilarantes escenas, que gira en torno a las situaciones de un analista de la CIA, quien llega al cuartel general para una reunión ultrasecreta. Para su desgracia, el secreto sale a la luz: lo han despedido, por lo que se entrega a escribir sus memorias y a la bebida. Además, su esposa le es infiel con un agente federal casado. Ella es empleada en un gimnasio y sólo piensa en hacerse la cirugía plástica total y decide confiar su plan a su amante. Es cuando un disco con las memorias del analista de la CIA cae en manos de ambos, quienes deciden sacar provecho y se precipitan una serie de divertidas situaciones.
“Es una comedia –en todo el sentido de la palabra– de un grupo de cretinos alocados”, comentó Malkovich, pero también aborda, aunque a un nivel más profundo, el peligro o la amenaza a los sueños.
“El mundo está lleno de personas que creen que lo que ocurre en la película es una idea fantástica: pagar una cirugía plástica, vender secretos de Estado, eso me parece normal en el mundo en el que vivimos, pero lo que me parece peligroso, es que el mundo piensa que si se cambia una cosa aquí o allá la vida será perfecta.”
Al preguntarle respecto de las próximas elecciones en Estados Unidos, el creador cinematográfico declinó responder: “no me gusta hacer comentarios sobre la política, no es mi trabajo”; lo mismo dijo sobre dar consejos a quienes intentan dedicarse a la actuación o dirección; sin embargo, expresó: “Hace 20 años hubiera recomendado leer el discurso del Premio Nobel, William Faulkner, que habla sobre el porqué del trabajo de los creadores, pero hoy día, tal como está el mundo, no sé si lo recomendaría o no sabría qué decir”.
Malcovich destacó que por los tiempos de producción dirige más teatro que cine, y que “hasta cierto punto soy un outsider en todas partes; estoy acostumbrado y no me preocupa, particularmente no me siento más outsider en Hollywood que en cualquier otro lugar del mundo”.
Para concluir, adelantó sin ofrecer más detalles, que estará en México el próximo 7 de octubre para dirigir una obra de teatro que se tiene proyectado estrenar el 27 de noviembre.