■ El técnico Mario Carrillo hizo su presentación con el equipo de La Franja
Aburrido empate entre un Puebla que sale a no perder y un Tigres sin vigor
■ Manuel Lapuente atribuyó al mal estado de la cancha el pobre desempeño de sus pupilos
Ampliar la imagen En Puebla tan pobre fue la entrada como el espectáculo que se observó en la cancha. Los jugadores hicieron tímidos intentos por ofender al rival Foto: José Castañares /La Jornada de Oriente
Puebla, 21 de septiembre. Puebla y Tigres jugaron hoy a no perder y empataron sin goles en el estadio Cuauhtémoc, en la presentación de Mario Carrillo como técnico del equipo de La Franja, que fue precisamente ante su maestro Manuel Lapuente.
Carrillo, buen discípulo del entrenador de la boina, se preocupó más por controlar el medio campo y defenderse. Tanto así, que en la banca dejó a su mejor delantero y goleador, Álvaro Bola González. El pobre espectáculo no fue del agrado de los asistentes, que con el silbatazo final protestaron con un sonoro abucheo.
Puebla sumó su quinto empate de la campaña, por sólo un triunfo y tres derrotas, con lo que llegó a 8 unidades en el primer sector, un punto más que su rival en la lucha por el no descenso, Indios de Ciudad Juárez, que es el sotanero del bloque, general y de la tabla porcentual. Por su parte, Tigres ocupa la segunda posición del grupo Tres, con 14 unidades.
Como se esperaba por las características de los técnicos, el primer tiempo provocó bostezos, con un futbol semilento, de mucha marcación y precauciones. Por lo observado en la cancha, dio la impresión que los técnicos pactaron el empate cuando se abrazaron efusivamente antes del inicio del encuentro.
Sin embargo, en favor de Carrillo hay que mencionar que apenas esta semana llegó a la dirección técnica de los Camoteros, en sustitución de José Luis Sánchez Solá, y no tuvo tiempo para trabajar en su esquema táctico. Además, la cancha estuvo muy blanda, debido a las lluvias, y no se prestó para que los jugadores intentaran salirse del argumento defensivo de sus técnicos. Lo mejor a la ofensiva de Tigres fueron sus tiros de esquina, tres en particular, uno cerrado que rechazó Óscar Dautt y dos que aprovecharon para rematar con la cabeza Pedro Benítez y Hugo Sánchez, mismos que salieron ligeramente desviados de la cabaña local.
Ante el orden defensivo de los visitantes, fue hasta el minuto 31 cuando Jair García realizó el primer disparo a portería, pero salió ligeramente desviado, mientras que Juan Hernández, al 33, avanzó por izquierda con recorrido hacia el centro y tiró por encima del travesaño.
Más decidido salió el cuadro de casa para el segundo tiempo y al minuto 50, Óscar Uriel Zea realizó un potente disparo de larga distancia, pero en el fondo Óscar Conejo Pérez saltó para tocar el balón con las yemas de los dedos, pegó en el travesaño y luego salió.
Al final, Carillo admitió que el público está en su derecho de abuchear, pero destacó que primero buscará el orden en la zaga, en su tercera etapa como estratega de los Camoteros. “Los aficionados tienen toda la razón de exigir y trataremos de darles satisfacciones lo antes posible, pero yo tenía que priorizar el orden y anular al rival. El equipo debía adquirir confianza en los movimientos que pretendo. Puebla está muy lejos de lo que busco”, señaló.
A su vez, el presidente ejecutivo, Ricardo Henaine, mencionó que le gustó el orden de su escuadra y pidió paciencia con la labor del nuevo timonel.
Lapuente atribuyó el juego al mal estado del césped. “En una cancha afectada por las lluvias es muy difícil jugar. Cualquier error te puede costar el partido. No me gustó el futbol, pero el punto no es malo”, señaló.