■ Se imponen Nueva Izquierda, Alternativa Democrática Nacional y Foro Nuevo Sol
Rompe el PRD candados que impedían las alianzas abiertas con PRI y PAN
■ Aprueba la reforma energética del FAP y resolutivo para condenar los atentados en Morelia
Ampliar la imagen Jesús Ortega escucha a Jesús Zambrano, en uno de los recesos del Congreso Nacional del PRD Foto: Cristina Rodríguez
La correlación de fuerzas entre Nueva Izquierda, Alternativa Democrática Nacional (ADN) y Foro Nuevo Sol impuso anoche, en el 11 Congreso Nacional del PRD, una política de alianzas abiertas, que inclusive le permitiría al partido presentar candidatos comunes con PRI y PAN en elecciones federales y estatales.
Luego de un agrio debate, en el que los senadores de Nueva Izquierda Carlos Navarrete y René Arce argumentaron que se trata de concretar alianzas en estados donde gobierna El Yunque, se desechó la propuesta del asambleísta Agustín Guerrero para que se mantuviera la prohibición de ir a elecciones con cualquiera de esos dos partidos.
La mayoría de los acuerdos aprobados ayer en el último día de trabajos del congreso perredista fueron planchados, al margen del grueso de los integrantes de la comisión organizadora –como denunció públicamente una de éstos, Eliana García Laguna–, por dos representantes de Alejandro Encinas y dos de Jesús Ortega: Ulises Lara y Ricardo Ruiz, con Jesús Zambrano y René Arce.
“¡Ni un voto al PRI, ni un voto al PAN!”
A partir de ello, la sesión transcurrió tersa hasta casi las nueve de la noche, cuando se puso a discusión el resolutivo de alianzas, que incluye un artículo transitorio que faculta a la Comisión Política Nacional a definir las candidaturas comunes para las elecciones de 2009. Ulises Lara leyó la propuesta, que inmediatamente provocó en un sector importante de delegados gritos de “¡Ni un voto al PRI, ni un voto al PAN!”, mientras al moderador, Ricardo Ruiz, la asamblea se le iba de las manos.
Agustín Guerrero subió a la mesa para defender la histórica línea política del PRD. René Arce rebatió –en medio de exclamaciones de “¡vendido, vendido..!”–, que “de ninguna manera planteamos hacer alianzas de manera expresa ni con el PAN ni con el PRI”, pero les recordó que después del fraude electoral de 1998, el sol azteca necesitó “hacer acuerdos con algunos partidos, inclusive con el PAN”. Se refirió en específico a la elección para gobernador de Oaxaca, cuando ambos partidos postularon a Gabino Cué Monteagudo.
Defendió que se trata de que en cada municipio o estado los militantes revisen sus circunstancias de fuerza política y determinen con quién conviene aliarse. Como su participación se vio constantemente cuestionada, el senador no se contuvo: “es una lástima tenerlos como compañeros”. Esta frase generó que arreciaran los gritos en su contra: “¡vendido, vendido! “¡Traidor!”
Armando Quintero Martínez, secretario de Transporte y Vialidad del gobierno capitalino, evocó la historia de represión ejercida desde el PRI contra el perredismo, y preguntó: “¿Quién mantiene el control de los millones de trabajadores? ¡El PRI! ¿Quién impuso en el país la cultura de la corrupción? Pero el PAN no canta mal las rancheras… hay un espacio social que podemos conquistar. No somos gobierno en ningún estado en el que hayamos hecho alianza con el PRI o con el PAN”.
Ricardo Ruiz anunció al coordinador de los senadores, Carlos Navarrete, y ello desencadenó la mayor protesta en contra de un orador en el congreso: “¡Retrógrada! ¡Fuera, fuera! ¡Traidor!”
Ácido, devolvió los insultos: “A veces la memoria es flaca y los discursos maniqueos. Aquí se dijo que se trata de impulsar una alianza con el PRI. ¡Es falso! No es el planteamiento, por cierto, no se les olvide que el PRD está lleno de gente que eran priístas-salinistas y aquí les abrimos la puerta. En el PRD parece que traemos una especie de agua bendita y basta que un priísta que haya estado con Carlos Salinas de Gortari, con (Miguel) De la Madrid o con (Ernesto) Zedillo, diga que viene a nuestras filas, para que lo absolvamos de todo su pasado y lo convirtamos en el perredista más puro”.
Justificó entonces que se trata de abrir el abanico de alianzas en estados “sojuzgados por el panismo más reaccionario de derecha”, y citó los casos de Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Coahuila, Guanajuato, Querétaro y Aguascalientes.
“¿Alianzas con Mario Marín o con Ulises Ruiz?”
Alfredo Hernández Raygosa reviró al senador: “¿Con quién se quiere una alianza? ¿Con Mario Marín, con Ulises Ruiz? El que el PRI sea ahora socialdemócrata no garantiza posiciones progresistas en favor del pueblo de México. No se trata de aliarnos con priístas sin principios ni dignidad para quitar a un yunquista”. Para reforzar su postura, pidió un minuto de silencio en memoria de los más de 600 perredistas asesinados en tiempos priístas.
Navarrete pidió la palabra “por alusiones”, y cuando se enfilaba a la tribuna, un sector de delegados le gritó: “¡Quiere llorar, quiere llorar..!” El guanajuatense consideró incorrecto el minuto de silencio, porque “la mayor cantidad de muertos del PRD se dio del 88 al 94, en el régimen de Salinas, y hoy tenemos en el PRD una buena cantidad de gente que trabajaba en el gabinete que mató a nuestros muertos”. En ese tono, remató que “por la puerta de atrás” desde 2006 el partido ha pactado alianzas “con lo peor del PRI, con el PT y con Convergencia. “Llegó el momento de que este partido reconozca las realidades estatales, amplias alianzas contra el PAN”. Esta afirmación le costó más exclamaciones de “¡ni un voto al PRI, ni un voto al PAN!”
Vino entonces una primera votación económica. Pero el descontrol obligó al moderador a solicitar escrutadores para una votación nominal, sin verificar que todos aquellos que traían papeleta fueran realmente delegados inscritos. Una vez que NI, ADN y Foro Nuevo Sol –incluidos aquellos que apoyaron a Alejandro Encinas– ganaron el nuevo perfil perredista por 637 votos en favor y 392 en contra, los gritos cambiaron por “¡entreguistas, entreguistas!”, y “¡chuchinero, chuchinero!” La ex diputada Eliana García dijo, mientras asimilaba el resultado: “Que Encinas y su grupo de negociación asuman las consecuencias de un pacto simulado para validar una correlación de fuerzas para imponernos las alianzas con el PRI… la empírica política de los dos negociadores de Alejandro dejó este resultado”.
De entre los opositores a esta decisión surgió el grito, dirigido a Arce: “¡René, ai’ viene Mouriño a firmar el acta!”
Pasadas las diez de la noche, los perredistas se fueron a un segundo receso del día, para tratar de palomear la lista de 64 consejeros no surgidos de una votación, sino por mandato del Congreso Nacional. Hasta el cierre de la edición, las deliberaciones continuaban, pero se pretendía corregir el yerro de que ahora sí Encinas sea consejero.
A lo largo del día se aprobó respaldar la iniciativa del Frente Amplio Progresista sobre el petróleo, las propuestas que al respecto ha presentado Andrés Manuel López Obrador, pero no se definió si están obligados a ir o no a la movilización del próximo domingo. También un resolutivo para condenar los ataques en Morelia y uno más para que el Consejo Nacional revise los perfiles de los candidatos a cargos de elección popular, “para evitar la infiltración de la delincuencia organizada”.
Asimismo, se remitió a la Comisión Nacional de Garantías que resuelva los procedimientos de sanción que derivan de las irregularidades cometidas durante el proceso electoral interno del 16 de marzo pasado.