■ La próxima semana se definirá quiénes integrarán la Comisión Política Nacional
Acuerdan las corrientes del PRD reformar estatutos, línea política y reglamento
■ No me avergüenzo de mis ideas, responde Acosta Naranjo a quienes exigen su renuncia
Ampliar la imagen Aspecto del congreso perredista durante el minuto de silencio que se guardó en memoria de las víctimas de los atentados del 15 de septiembre en Morelia Foto: José Antonio López
Tras una negociación de varios días, las corrientes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) acordaron una reforma de consenso a estatutos, línea política y reglamento, con la intención de dar una salida a la crisis que se vive desde seis meses. Hasta anoche, en sesión prácticamente de trámite, sólo aprobaron modificaciones estatutarias, que permiten la conformación de la Comisión Política Nacional, y ampliar a cinco el número de integrantes de las comisiones Nacional de Garantías y Nacional Electoral.
Sin embargo, se retrasó para la próxima semana, ahora en una sesión del Consejo Nacional, la elección de los 15 integrantes de dicha comisión política –incluyendo las figuras de presidente y el secretario general–, de la cual quedarán fuera liderazgos importantes, como ex dirigentes y gobernadores, para dejar esos cargos en manos de los líderes de las corrientes.
Esa sería, además, la última oportunidad para los perredistas de hacer cambios antes del 1º de octubre, cuando inicia el año electoral, y les impediría adecuar la integración de sus órganos de dirección hasta 2010. El bloque Nueva Izquierda confía en mantener la dirigencia nacional del PRD, aun cuando el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación pueda resolver en los próximos días sobre la elección de presidente y secretario general.
Minuto de silencio
El congreso, convocado en primera llamada a las 10 de la mañana, arrancó atropelladamente pasadas las 2 de la tarde, cuando al permitirse el acceso a cualquier persona, el presidente interino, Guadalupe Acosta Naranjo, fue abucheado y constantemente interrumpido con gritos de “¡espurio!” Acosta logró amainar un poco el griterío, cuando pidió un minuto de silencio por las víctimas del atentado del 15 de septiembre en Morelia, Michoacán.
Aprobado en lo general por mayoría el proyecto de reforma a los estatutos, el pleno avaló una moción suspensiva para discutir este domingo la propuesta de suprimir la prohibición expresa de hacer alianzas electorales con partidos como el Revolucionario Institucional (PRI), y la redacción dejó abierta la posibilidad de concretarlas en elecciones federales y estatales. La redacción propuesta para el artículo 49 de los estatutos es la siguiente:
“El Consejo Nacional resolverá, según el caso, sobre alianzas con otras fuerzas políticas en elecciones federales. En lo que toca a elecciones locales, el Consejo Nacional resolverá la política de alianzas, en coordinación con las direcciones locales del partido”.
Empero, tanto la votación en lo general como en lo particular de los estatutos se dio por casi un tercio de los por lo menos mil 300 delegados que deberían haber sesionado ayer. Esto se comprobó cuando, a las 21:20 horas, se votó uno de los pocos puntos que hasta el cierre de esta edición generaron polémica, por el aumento en el cobro de cuotas mensuales a representantes populares y funcionarios surgidos del PRD, de entre 10 y 25 por ciento, de acuerdo con su ingreso, según el artículo 33.
Apretadamente, y luego de que la cúpula de Nueva Izquierda levantó el voto en favor, 245 delegados avalaron la redacción propuesta por la comisión organizadora del congreso, que consiste en definir que “la cuota mensual de los miembros del partido que ocupen un cargo de elección popular será de por lo menos 10 por ciento y hasta 25 por ciento, de acuerdo con el tabulador elaborado y aprobado por el Consejo Nacional”. Otros 212 delegados sufragaron en contra; hubo cuatro abstenciones.
Es decir, sólo estaban presentes 461 delegados. Conocido el resultado, los inconformes con el incremento de las cuotas gritaron “¡fraude!” Ello obligó a que el conductor de la plenaria, Horacio Duarte Olivares, pidiera que “por favor” sólo votaran “los que sean congresistas”.
El senador René Arce, de Nueva Izquierda, defendió el aumento al asegurar que no se trata de elevar el gasto corriente del partido, sino destinar esos recursos a “formación política”; hasta propuso que a “quienes de manera mezquina se nieguen” a la aportación, vía descuento nominal, se les expulse.
Antes, Camilo Valenzuela, presidente del Consejo Político Nacional, había decretado a las 2 de la tarde que había quórum, pero sin ofrecer cifras precisas. Incluso deslizó: “tenemos como 800”. Sin embargo, las dificultades para integrar la lista definitiva se explican, por ejemplo, con la disputa en al menos 15 estados donde no se instalaron los consejos locales que habrían permitido la designación de ocho delegados por entidad.
Pluralidad del partido
Ante la inconformidad, la mesa propuso una moción suspensiva para presentar otra redacción, y ésta se avaló con una evidente mayoría en votación económica, por lo que el asunto de las cuotas quedó pendiente. Los demás temas, incluidos línea política y reglamento, se discutirán este domingo al reanudarse los trabajos. Por lo pronto, se aprobaron los cambios para que en el PRD haya nuevos órganos de dirección, principalmente la comisión política, cuya integración tendrá que palomear el presidente nacional, “considerando la pluralidad del partido”.
La disputa vendrá ahora por esos cargos. Y, además, por la decisión de NI de mantener la presidencia perredista, aparte de lo que pueda resolver el TEPJF. En tanto los magistrados definen, en IU se maneja la posibilidad de que el ex presidente del PRD capitalino Ricardo Ruiz pudiera llegar a la secretaría general.
En la sesión, David Cervantes Peredo, de Izquierda Social, presentó al pleno una propuesta para respaldar la movilización convocada por Andrés Manuel López Obrador para el próximo domingo. “Esto no supone que renunciemos a nuestras convicciones ni a la transformación del partido”, dijo.
Condena y crítica
El primer acuerdo asumido por los congresistas fue la condena al atentado en Morelia. Tras su aprobación vino el abucheo a Acosta Naranjo, a quien un sector del auditorio le exigió su renuncia, y le espetó: “¡es un honor estar con Obrador!” Ello lo obligó a interrumpir dos ocasiones su discurso, en el cual consideró que “cooperar” en el combate al narcotráfico con el gobierno federal “es una obligación moral y ética”.
El líder perredista cayó en el garlito y, enrojecido, exclamó en referencia a las acusaciones de colaboracionismo con el gobierno de Felipe Calderón, hechas a su corriente, NI: “¡Vamos a la a unidad, no me avergüenza pensar como pienso! ¡No me asusta pensar como pienso! Respeto el derecho de quienes piensan distinto que yo. Estoy orgulloso de ser miembro del PRD y pelear por mis ideas y actuar con congruencia”.
Esto provocó un intercambio de gritos. “¡Espurio, espurio!”, le insistieron sus críticos. Y, encabezados por Jesús Ortega, sus compañeros de corriente devolvieron: “¡Presidente, presidente!” Instalado el congreso, Acosta Naranjo fue arropado, entre otros, por el coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, quien soltó a los fotógrafos que le pedían posar con el interino: “donde quiera hay minorías vociferando”.