■ Recibe el premio creado en honor de Gabriel Figueroa en festival de cine en Los Ángeles
Obama, opción de latinos para transformar EU: Santaolalla
■ El actual gobierno de ese país ha sido uno de los peores en la historia de la humanidad, afirma el compositor argentino, quien presentó su producción El café de los maestros sobre músicos tango
Los Ángeles, 16 de septiembre. Gustavo Santaolalla, el compositor y productor argentino dos veces ganador de un Óscar y de una decena de Grammys Latinos además de otros múltiples reconocimientos, recibió, el pasado fin de semana, el premio Gabi, creado en honor del fotógrafo mexicano Gabriel Figueroa, en el marco del décimo segundo Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles (LALIFF, por sus siglas en inglés), que hasta el 19 de septiembre presenta en el corazón de Hollywood lo mejor de la cinematografía de Latinoamérica.
Luego de la entrega del reconocimiento Gabi al músico por sus 41 años de trayectoria, y la exhibición del documental El café de los maestros, dirigido por Miguel Kohan, coproducido y coescrito por el compositor argentino “para honrar las raíces de su país de origen y captar en un histórico concierto realizado en el teatro Colón de Buenos Aires”, Santaolalla se dijo feliz, “como latino y argentino, porque siempre es lindo recibir reconocimientos por el trabajo, aunque nunca he hecho nada en mi vida por recibirlos, pero he tenido la bendición de obtener algunos cuantos, y este caso es muy especial, tiene otro sabor y connotación, primero porque tiene que ver con toda mi carrera, y segundo porque es entregado por mi gente, justamente la que tiene todo que ver con mi identidad”.
Comentó la película en la que participa y en la que hace mancuerna por cuarta ocasión con el cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu: “Es la cuarta vez que participo con él (luego de Amores perros, 21 gramos y Babel), que además de un gran amigo pienso que es un genio, es un artista increíble y una persona de la que he aprendido mucho. Hablando específicamente de la música de cine es un director que ha tenido mucho que ver con lo que ha sido mi propio desarrollo en el mundo fílmico, es una especie de mentor de mi carrera haciendo música para películas; entonces tengo un cariño y una admiración muy especial por Alejandro.”
–Usted llegó a Estados Unidos en los años 70 después de haber sido encarcelado en Argentina por sus ideas, ¿Fue positivo el cambio?
–Sí, mi vida cambió muchísimo porque he tenido la oportunidad de desarrollarme, algo que en aquel momento no podía hacer en Argentina, pero nunca he olvidado mis raíces, la muestra está precisamente en El café de los maestros, y mi estrecha relación con González Iñarritu, ya que nunca he dejado de estar en contacto con Latinoamérica porque me siento sumamente latino en todos sentidos. Las cosas han cambiado para mí principalmente porque ahora tengo realmente la oportunidad de hacer lo que quiero.
No, a continuar con lo mismo
–En este tiempo de elecciones ¿cuáles decisiones considera que deben tomar los latinos?
–Creo que debe haber un cambio importante. Los latinos deberían votar por (Barack) Obama para acabar con el que, sin duda, es uno de los peores gobiernos en la historia de la humanidad. Creo que hay que modificar eso y considero que Obama es una buena opción para lograrlo. Espero que los latinos se den cuenta de que no podemos continuar con lo mismo; con gente que de alguna manera está causando daños irreparables en el mundo.
–¿De qué manera?
–Además de la guerra, está destruyendo el medio ambiente. Es increíble que Estados Unidos sea uno de los países más contaminantes y uno de los que menos hace para evitarlo. A eso se suma que la gente cada vez tiene menos trabajos, hay miles que están perdiendo sus casas, el dólar cada vez está más débil. Creo que es el momento de cambiar, porque votar por más de lo mismo me parece bastante desalentador. Considero que los latinos deberíamos hacer algo para que las cosas cambien.
–Si Obama resulta electo presidente el próximo 4 de noviembre, habría más posibilidades de que termine la guerra en Irak.
–Espero que sí, obviamente… ¿Quién quiere esa guerra que ha acabado con la vida de decenas de miles de inocentes?, aunado a que el presupuesto para hospitales y escuelas se gasta en armas. Es una vergüenza. Se trata de una guerra que no sirve para nada.