■ Urge apoyo para recobrar confianza: coordinador de la SSP
Laxos, los escasos controles de seguridad en las policías
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Policías del estado de México realizan labores de vigilancia fuera del edificio de Servicios Periciales y del Servicio Médico Forense, donde se realizan análisis a los cuerpos de las 24 personas ejecutadas el viernes en un paraje cercano a La Marquesa
Foto: Agencia MVT/ Luis Enrique Hernández V.
Los controles de confianza en las corporaciones policiacas del país son prácticamente inexistentes y en las entidades o dependencias donde se aplican no tienen la rigurosidad que se requiere, manifestó José Luis Calderón Arózqueta, coordinador de la Unidad de Desarrollo de la Policía Federal en la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
A pesar de esa situación, puntualizó que en 100 días –plazo establecido el mes pasado durante la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad– el gobierno federal cumplirá su compromiso.
Entrevistado luego de la presentación del libro Seguridad democrática para las Américas, el funcionario federal dijo que los cuerpos policiacos del país se encuentran en un “círculo vicioso” de desconfianza, por lo que que para salir de éste los elementos deben ganarse el apoyo de la gente con el impulso de las instituciones.
El control de confianza, señaló previamente, “no se da de manera aislada. Es parte de todo un proceso de profesionalización e implica el diseño y la promoción de una cultura institucional basada en códigos de ética y respeto a principios mínimos de convivencia social.
“Tiene que ver con el sentido de pertenencia a los cuerpos de seguridad, pero sobre todo con el compromiso social como miembros de una organización con la sociedad.”
Roy Godson, coautor del texto dado a conocer y presidente del National Strategy Information Center de Estados Unidos, expresó que el problema de criminalidad y narcotráfico que vive México se debe, entre otros factores, a la impunidad e ilegalidad que la población ha permitido que se arraige como parte de la cultura social.
La población mexicana, añadió, debe dejar de pensar que el problema está únicamente en el gobierno y debe aceptar su responsabilidad. “Si la gente no se compromete a no realizar actos inaceptables, como sobornos y dejar de infringir leyes sociales –por ejemplo, manejar y utilizar su teléfono celular sin el manos libres–, no va a pasar nada”, comentó.
Hay naciones, sostuvo, que en sólo una generación lograron “cambios importantes” en la reducción de los niveles de criminalidad. Parte de la solución, agregó, está en “cambiar la cultura de todos los sectores de la sociedad”.