Disquero
Disquero
La lluvia del amor
Era una tarde lluviosa y Hamburgo podía cantar bajo su cielo los versos de Paul Verlaine: Il pleure dans mon coeur/ comme il pleut sur la ville (“hay llanto en mi corazón/ como hay lluvia en la ciudad”) pero el canto que sonó, cuando un herrumbroso reloj gritó sobre una torre añosa con sus manecillas de silencio: son las cuatro y media de la tarde y todo tranquilo, fue un cantar de gestas, un océano de cantares, un recital de piano solo, solito y su alma, que los presentes no olvidarán ni cuando mueran y los ausentes ya tenemos una butaca virtual,...