■ Las tropas, desplegadas en Cobija; 14, los muertos por la emboscada racista
Decreta el gobierno de Evo Morales el estado de sitio en el departamento de Pando
Ampliar la imagen El presidente de Bolivia, durante una ceremonia militar Foto: Reuters
Ampliar la imagen El negocio de un primo de Evo Morales, quemado por opositores en Cobija Foto: Reuters
La Paz, 12 de septiembre. El gobierno boliviano decretó hoy el estado de sitio en el departamento de Pando, donde campesinos simpatizantes del gobernante Movimiento al Socialismo fueron emboscados y asesinados por paramilitares al servicio del prefecto departamental, Leopoldo Fernández, en una escalada más del conflicto entre el Ejecutivo del presidente Evo Morales y dirigentes de la llamada Media Luna, que se oponen al nuevo proyecto constitucional y las reformas socialistas.
La decisión fue anunciada por el ministro de Defensa, Walker San Miguel, en ruedaa de prensa celebrada en la sede presidencial, el Palacio Quemado, mientras que en la capital pandina, Cobija, una turba hostigaba el aeropuerto regional, cerca de la frontera con Brasil, con disparos de armas de fuego y explosiones de dinamita.
Según reportes radiofónicos, la tropa comenzó a desplegarse esta noche en las calles de Cobija, con una población de 100 mil personas, y logró recuperar la terminal aérea del departamento, ubicada en la zona norte de Bolivia, en la frontera con Perú y Brasil, después de dispersar por la fuerza a opositores que trataban de impedir el aterrizaje de un avión militar tipo Hércules.
Los campesinos emboscados el jueves se dirigían a la capital pandina para participar en una manifestación de protesta contra el prefecto Leopoldo Fernández, que junto con los gobernantes de Santa Cruz, Beni y Tarija pretenden desconocer la convocatoria al referendo constitucional, previsto para el 7 de diciembre, un año después de la aprobación del documento en la Asamblea Constituyente, con mayoría socialista.
Para tratar de destrabar el enfrentamiento entre los gobernantes departamentales opositores de derecha y la administración socialista, este viernes se reunió el vicepresidente Álvaro García con el prefecto de Tarija, Mario Cosío, pero no se dieron a conocer detalles del encuentro.
Funcionarios del gobierno central informaron que la emboscada en Pando fue realizada por brasileños y peruanos pagados ex profeso por autoridades pandinas.
Oficialmente se informó que 10 personas murieron a consecuencia de la agresión en la localidad de El Porvenir, pero reportes de radioemisoras locales indicaron que la cifra ascendía a 14 y que había “decenas” de desaparecidos y heridos.
“La violencia promovida y financiada por grupos racistas delictivos de Pando ha causado crímenes de lesa humanidad que provocaron la muerte de ciudadanos y la toma violenta de instituciones públicas y privadas”, dijo San Miguel al dar a conocer el decreto de estado de sitio en el departamento amazónico.
Horas antes, el jefe de las fuerzas armadas bolivianas, general Luis Trigo, rechazó las “intromisiones extranjeras de cualquier índole”, pero advirtió también que “no vamos a tolerar más el accionar de grupos radicales violentos que solamente están llevando al enfrentamiento entre bolivianos, lo que provoca dolor y luto entre hermanos y atenta contra la seguridad nacional”.
Trigo leyó un comunicado oficial un día después de que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, advirtió que su gobierno apoyaría la formación de grupos armados en caso de que su par boliviano, Evo Morales, sea asesinado o derrocado.
La declaración leída por Trigo obtuvo hoy mismo respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano que pidió al militar que “en vez de cuestionar la solidaridad que Venezuela ha manifestado a la hermana Bolivia, hija predilecta de Simón Bolívar, tiene el deber de cumplir con firmeza su juramento de lealtad al gobierno legítimamente electo”.