Usted está aquí: jueves 11 de septiembre de 2008 Capital El Estado Mayor reduce cerco en el Zócalo

■ Se mantiene el resguardo de una zona de la plancha frente a Palacio Nacional

El Estado Mayor reduce cerco en el Zócalo

■ Quejas de fieles y turistas por el trato de elementos de seguridad en la Catedral Metropolitana

Bertha Teresa Ramírez

Luego de que la Plaza de la Constitución amaneciera el martes cercada por elementos del Estado Mayor Presidencial y de las fuerzas federales de apoyo, este miércoles el gobierno federal retiró las rejas que rodeaban tres de los cuatro lados de la plancha del zócalo pero mantuvo bajo resguardo poco menos de un cuarto de la plaza, frente al Palacio Nacional.

Esta parte continuó custodiada por elementos de la policía federal y está restringida con vallas tubulares colocadas a las orillas de la plancha y por vallas metálicas de dos metros de altura en la parte interior de la explanada.

Sin embargo las molestias fueron ahora de parte de algunos fieles católicos quienes se quejaron del trato que les dan los agentes de la policía federal que custodian el templo tanto a los fieles como a los turistas que visitan la Catedral.

“Vayan a ver lo que pasa en la Catedral”, señaló la señora Lucila Trejo, tras considerar una falta de respeto a “la fe que ahora policías estén metidos hasta la cocina.”

La restricción del paso no se limita a la plancha del Zócalo, los elementos de seguridad federal también impiden la circulación de fieles y turistas en la Catedral. A las 13 horas se oficiaba una misa y los guardias mantuvieron cerrado el paso y si alguna persona intentaba entrar a la parte central del templo, los guardias les preguntaban si la intención era oír misa o recorrer el templo en plan turístico ya que tienen órdenes de sólo dejar pasar a quienes van a escuchar el oficio religioso.

Dada la mecánica de seguridad que impera en el templo algunos fieles se ven en la necesidad de informar a los agentes que si bien no van a escuchar misa quieren dirigirse a orar frente a las capillas laterales de la Catedral, algunos visitantes comentaron que aún a la hora en que se reza el rosario, los agentes se mantienen vigilantes.

A la altura del coro monumental y de la capilla de Nuestra Señora de la Soledad, en el costado izquierdo del templo, un guardia que dijo llamarse Jesús, comentó a un turista en un tono poco amable, que las medidas han sido ordenadas por las autoridades eclesiales.

 
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