Ciudad Perdida
■ Hay avances en las pesquisas del caso Martí
■ Una historia de sadismo y maldad
La mayoría de los miembros de la banda más cruel y más siniestra de que se tenga memoria, que secuestró y mató al niño Fernando Martí, ya fueron detenidos por las autoridades judiciales del Distrito Federal. El caso, que seguramente horrorizará a todo el país, se presentará hoy a la siete de la mañana en el patio central del edificio del Gobierno del Distrito Federal.
Ayer domingo por la noche, después de las 22 horas, se decidió, en una junta entre las autoridades investigadoras, dar a conocer los pormenores de este caso, en el que el sadismo y la maldad no tuvieron límites, según se expresó en la reunión.
En ese mismo encuentro se analizaron las pruebas con que cuenta la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, que parecen contundentes. Cada una de las acusaciones está respaldada por los hechos que ha ido despejando la investigación, que abarcó un sinnúmero de pesquisas que se estudiaron una a una para poder llegar al fondo del caso.
Además de los agentes de la policía y civiles que hasta ahora se hallan arraigados por la policía judicial, hay nuevas detenciones de las que se hablará a la prensa hoy por mañana, y se dice que habrán de revelarse nombres que podrían causar sorpresa.
También se explicó que en la historia de la criminalidad en México nunca se había visto un caso tan grave, y que el secuestro no sólo tuvo fines económicos, es decir, no nada más se buscaba hacer dinero, sino dañar a la familia.
Fernando Martí fue secuestrado el 4 de junio pasado, cuando se dirigía a su escuela, por una banda de varios sujetos que vestían uniformes de la policía federal preventiva, en un retén falso. Una noche después, el chofer del joven, Jorge Palma, fue hallado sin vida, y a quien fungía como su escolta, Cristian Salmones, se le trasladó herido a la sala de emergencia de un hospital y se le consideró testigo protegido. El cuerpo sin vida del niño secuestrado no se halló hasta el 1º de agosto, en la cajuela de un automóvil Chevrolet, modelo Corsa, abandonado por los delincuentes en la colonia Villa Panamericana, de la delegación Coyoacán.
Hasta el momento se sabe de la detención de dos agentes judiciales: José Luis Romero Ángel y Fernando Santoyo. También un vendedor de teléfonos celulares de nombre Marco Antonio Romero y dos supuestos taxistas aprehendidos en una casa de seguridad ubicada en la colonia Pedregal de Santo Domingo, de la delegación Coyoacán. Ellos son los hermanos Israel y Noé Cañas Ovalle.
Los avances en la investigación que se presentarán hoy por la mañana habrán de aclarar muchas dudas sobre el nombre de la banda; sus integrantes, que, como dijimos, ya casi todos han sido detenidos, y la horripilante forma de operar de estos criminales. El caso, de cualquier manera, no está cerrado y las investigaciones continúan.