■ La defensa del primer ministro desestima las acusaciones
Hay pruebas suficientes para procesar a Olmert por corrupción: policía de Israel
Jerusalén, 7 de septiembre. La policía israelí recomendó hoy a los fiscales inculpar en dos casos de corrupción al primer ministro Ehud Olmert, quien dimitirá a mediados de septiembre después las primarias de su partido, Kadima.
Tras una investigación la policía dijo que hay suficientes pruebas para emitir una acusación en al menos dos casos, que serían por corrupción y fraude.
En el primero de los dos casos, el jefe de gobierno está acusado de haber recibido del empresario judío estadunidense Morris Talansky unos 150 mil dólares en efectivo durante 15 años mientras se desempeñaba como alcalde de Jerusalén, entre 1993 y 2003, y luego como ministro de Industria y Comercio hasta 2006.
También es sospechoso de doblar, e incluso triplicar las facturas de visita al extranjero y utilizar el dinero extra para pagar gastos de viajes de sus familiares.
Los abogados defensores del primer ministro manifestaron que la única persona autorizada por la ley a decidir sobre la inculpación de un primer ministro es el fiscal general Estado, Menahem Mazuz, y que “las recomendaciones de la policía carecen de interés”.
El primer ministro israelí también se ha visto salpicado por otros cuatro casos de corrupción. En el último de ellos, que se conoció en julio, es sospechoso de estafa, pues habría presentado diez facturas diferentes a varias organizaciones benéficas por un único viaje durante su época como alcalde de Jerusalén y luego cuando fue ministro de Comercio e Industria.
Olmert, que ha insistido en su inocencia aunque admitió que recibió fondos para sus campañas electorales para la alcaldía de Jerusalén en 1999 y 2003, presentará su renuncia tras las internas de Kadima, y dejará el camino libre para la elección de un nuevo primer ministro, puesto para el que se mencionan nombres como el de la canciller Tzipi Livni, y el ministro de Transporte, Saul Mofaz.
Mazus también urgió hoy a abrir una investigación sobre Mofaz por “crímenes de guerra” cometidos cuando se desempeñaba como ministro de Defensa, pues habría ordenado una cuota diaria de muertes de palestinos en mayo de 2001, tras el inicio de la segunda intifada.