■ Puede generarse una “inflación sicológica”, advierten consultores
Error, no informar de manera oportuna sobre alza a gasolina
Al gobierno le resultará contraproducente no informar de manera clara y oportuna sobre los continuos aumentos a los precios de la gasolina y el diesel, porque corre el riesgo de generar una “inflación sicológica”, ya que los sectores que resultan impactados de inmediato por las alzas optarán por hacer con antelación sus ajustes de tarifas y precios, como es el caso del transporte de carga, advirtió Tomás Olvera, analista de Consultores Internacionales Sociedad Civil (CISC).
Consideró que si las autoridades han preferido guardar silencio sobre los constantes aumentos para evitar alzas anticipadas a productos, como ocurrió a principios de año con el llamado gasolinazo, al final sólo han propiciado “un proceso de desconfianza” por la manera “velada y sorpresiva” en que se han autorizado cinco incrementos en agosto y tres en lo que va de septiembre.
“Puede darse una ‘inflación anticipada’, porque si ya son dos meses de este proceso de deslizamientos o aumentos, entonces quienes se dedican a actividades productivas y tienen que transportar sus productos van a agregar un sobreprecio, pensando que la gasolina va a seguir subiendo, aunque los aumentos sean de unos cuantos centavos. Esto puede traer un ‘efecto inflacionario sicológico’, porque (los sectores productivos) estarán esperando un nuevo incremento y aún cuando no se lleve a cabo ajustarán antes sus tarifas y precios”, explicó.
Así, admitió, quedaría invalidado el argumento de que las autoridades no informan sobre los aumentos para evitar que se repita lo que ocurrió a principios de año con el llamado gasolinazo, que de tan anunciado generó que varios sectores aumentaran precios antes de que entrara en vigencia.
Si la intención de las autoridades federales es allegarse más recursos fiscales debido a la desaceleración económica y, al mismo tiempo, eliminar paulatinamente el subsidio a la gasolina, entonces deben programar periódicamente los aumentos, de manera transparente, y hacerlos del conocimiento público, aseveró el consultor.
“Es mejor que se anuncie claramente que habrá un programa de incrementos, con el monto y periodo en que se llevarán a cabo, a que estemos permanentemente sorprendidos con esas alzas pequeñitas de uno o tres centavos, ya que finalmente eso repercute en una inflación sicológica, pues los sectores se anticiparán a los deslizamientos para cubrir sus costos”.
No obstante, Olvera Pérez desestimó que los aumentos en los energéticos tomen por sorpresa al Banco de México, pese a la presión inflacionaria que generan en el resto de los productos y servicios, ya que, consideró, la institución modificó sus pronósticos sobre la inflación que se alcanzará en 2008 de manera amplia.
Por último, señaló que los subsidios son justificables si se aplican de manera temporal y coyuntural, y mencionó que aún cuando el precio del petróleo comienza a bajar a escala internacional, no ha ocurrido lo mismo con gasolinas y petroquímicos.