■ Llaman a alzar la voz para exigir que se ponga fin a la impunidad
Diversas iglesias se comprometen a organizarse contra la violencia
Representantes de diversas comunidades eclesiales y organizaciones civiles expresaron su preocupación ante el clima de violencia e impunidad que se vive en México; una violencia generada no solamente por el crimen organizado, sino también por las estructuras económicas y políticas que promueven la pobreza y la injusticia.
Reunidos el pasado fin de semana en el Foro Social contra la Impunidad y la Violación de los Derechos Humanos –convocado por la Comisión de Pastoral Social de la diócesis de Saltillo, Coahuila–, religiosos y laicos de diversas profesiones de fe hicieron un amplio análisis social y teológico de la situación que vive el país, en la que descubrieron con “indignación” la carencia de un estado de derecho, así como la pasividad de la sociedad y la Iglesia en general ante tal situación.
A la reunión asistieron Samuel Ruiz, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas; Raúl Vera, de la diócesis de Saltillo, y el pastor José Luis Velazco, de la Iglesia presbiteriana, entre otros líderes, así como participantes de diferentes partes del país, que se dieron cita en el Seminario Menor de Saltillo.
Durante las sesiones de trabajo, los asistentes reflexionaron sobre la realidad nacional, pero también escucharon testimonios de diversos grupos que han sido víctimas de la privatización de los recursos naturales, de la violación a sus derechos laborales y la criminalización de la protesta social. Así, se escuchó la voz de los migrantes centroamericanos que atraviesan territorio mexicano en busca de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, y se conocieron los hechos que han vivido las viudas de los mineros muertos en Pasta de Conchos, que siguen esperando justicia.
“Constatamos que no basta con pronunciarnos contra la violencia, sino es necesario analizar sus causas más profundas y actuar organizadamente en favor de alternativas de justicia y resguardo de los derechos humanos fundamentales”, dicen las conclusiones surgidas del foro social.
Además, se señala que como iglesias y como sociedad civil, se comprometen a organizarse y articular mejor sus esfuerzos, a generar conciencia en niveles más amplios, especialmente entre los jóvenes, y a acompañar solidariamente a los más vulnerables.
En su declaración final, expresan su confianza en lograr una fuerza de transformación que ponga un alto a la represión y a la impunidad en las diferentes regiones donde se desarrollan, e hicieron un llamado a personas, grupos, organizaciones e iglesias a alzar la voz para exigir justicia.