Usted está aquí: domingo 7 de septiembre de 2008 Capital La delegación no ha autorizado ningún santuario en el panteón civil de Dolores

■ Aclaran en Miguel Hidalgo que se necesita un permiso de Gobernación para erigir un templo

La delegación no ha autorizado ningún santuario en el panteón civil de Dolores

■ Con el fallo sobre el aborto se sentencia a México a ser un pueblo de asesinos: Onésimo Cepeda

Alejandro Cruz y Mariana Norandi

La delegación Miguel Hidalgo informó que no ha hado ningún permiso para erigir un santuario o templo al interior del panteón civil de Dolores, pues dicha facultad, de acuerdo a la Ley de Asociaciones Religiosas, la tiene la Secretaría de Gobernación.

El pasado viernes, organizaciones civiles y la jerarquía eclesiástica anunciaron la inauguración, el próximo lunes, del llamado “santuario para las víctimas del aborto”, como protesta por la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de declarar constitucional la ley que permite el aborto antes de las 12 semanas de gestación.

En un comunicado de prensa, la demarcación precisó que el pasado lunes primero de septiembre recibió un aviso por parte del rector de la antigua Basílica de Guadalupe, Pedro Agustín Rivera, en el que se notificaba que el santuario se establecería en un lote particular, cuyos familiares dispusieron como área de oración.

En respuesta, se envió una misiva al prelado para comunicarle que de tratarse de “un acto religioso de fe como los que se llevan a cabo en templo o iglesias, no existe inconveniente alguno para la realización del mismo”.

De acuerdo con la delegación, si lo que se pretende es construir un templo se deberá contar con los permisos correspondientes, cuya expedición corresponde a la Secretaría de Gobernación”, de los cuales, agrega el boletín de prensa, hasta el momento las autoridades delegacionales no tienen conocimiento de su existencia.

En tanto, el obispo de la diócesis de Ecatepec, Onésimo Cepeda Silva, expresó ayer en la Basílica de Guadalupe que la marcha ciudadana contra la delincuencia realizada el pasado 30 de agosto para exigir a las autoridades acciones contra el crimen organizado, “no tuvo sentido”, porque “no se puede iluminar México matando la vida”.

En una homilía, efectuada en el contexto de la peregrinación que anualmente realiza esta diócesis a la Basílica, el prelado refirió que el reciente fallo de la Corte en torno a la citada ley sentencia a México a ser “un pueblo de asesinos, un pueblo que por ley puede matar a sus hijos en el vientre de la madre, que es el peor pecado que podía tener el mismo pueblo de Israel, defendiendo el derecho absurdo que, quien no quiere ser madre, puede matar a su hijo en el vientre en vez de decir a la mujer que no se exponga a ser madre a través de los actos ilícitos de la lujuria”.

Sostuvo que si para la Suprema Corte el feto es “un bien jurídico”, entonces el Poder Judicial debería dar prioridad a la defensa de ese bien por encima de cualquier otro porque se trata de la vida. “El ejemplo de la virgen María es muy claro, la madre iba a ser rechazada por José porque no tenía relaciones con ella y estaba esperando un hijo, pero ella nunca se avergonzó del hecho de ser madre”.

 
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