■ Cien días sólo servirán para evaluar avance de compromisos, opina
Hay que tapar los “huecos” en la lucha anticrimen, afirma Mouriño
Los 100 días que se establecieron en el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia son suficientes sólo para evaluar el avance en los compromisos adquiridos y para ver cómo va la ejecución de cada uno de los puntos, manifestó ayer el titular de la Secretaría de Gobernación, Juan Camilo Mouriño.
Dijo que en ese plazo se verá quién ha iniciado los procesos a que se han comprometido de cara a la sociedad. Sin embargo, el acuerdo establece distintos plazos para cumplirlos en su totalidad. Algunos son inmediatos y otros llevarán hasta tres años, como la cédula única de identidad, aseveró el funcionario.
Entrevistado durante su visita al estado de México, donde asistió a la presentación del tercer informe del gobernador Enrique Peña Nieto, el responsable de la seguridad nacional expresó sobre las constantes ejecuciones en el país que el gobierno federal está luchando todos los días contra el crimen organizado.
Aunque hay muertes, dijo, también existen avances y “todos los días vamos dando resultados concretos en quitar y arrebatar a la criminalidad márgenes de maniobra y drogas, armas, vehículos, cartuchos y equipo de comunicación”.
Reconoció, sin embargo, que es un tema complejo. Y como se advirtió desde el primer momento, continuó, llevará tiempo y será difícil. Se requiere mejor coordinación entre las entidades gubernamentales y que cada uno asuma esa tarea como la más alta responsabilidad. Se trata, agregó, de que “hagamos un frente común, en el que no haya huecos ni desequilibrios que sean aprovechados por la delincuencia”.
Enseguida recordó que para cumplir los compromisos del acuerdo por la seguridad existen plazos y responsables. Además hay un mecanismo para evaluar el avance, a cargo de la población en general y de las instancias previstas en el convenio, como el Observatorio Ciudadano.
Respecto de los 100 días establecidos el secretario consideró que es un plazo razonable para evaluar el avance y cómo cada una de las autoridades va cumpliendo lo que prometieron en el documento.