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Foto: Christian Rea Tizcareño |
Christian Rea Tizcareño
“El machismo no me limitó,
rompí con él. Yo siempre fui bien rebeldita.
La sociedad nos impone a las mujeres ser amas
de casa, tener hijos, servirle al esposo, no estudiar
porque ‘no va para ti’” expresa Paola Pérez
Maldonado, quien el 6 de agosto pasado recibió
el Premio a la Joven Investigadora: Mujeres,
Niñas y VIH/Sida, por parte de la International
AIDS Society (IAS), la institución que organiza la
Conferencia Internacional sobre el SIDA.
El reconocimiento, otorgado durante la XVII
Conferencia, celebrada en México en agosto
pasado, fue para el proyecto La condomóvila,
que lleva información a las mujeres más vulnerables
de México, en el cual participa la joven
de 25 años de edad dentro de la organización
civil Colectivo Sol.
La también maestra de kínder dice que el
haber obtenido esta distinción por parte de la
IAS y del Centro Internacional de Investigación
sobre Mujeres, es un estímulo para continuar al
volante de “La condomóvila”, nombre del vehículo
que a su paso deja anticonceptivos, preservativos
e información sobre infecciones de transmisión sexual (ITS) en lugares marginados
del Estado de México y el Distrito Federal.
El proyecto, apoyado por el Centro
Nacional para la Prevención y Control del
VIH/sida, está comandado por y para mujeres.
“Vamos a lugares de bajos recursos. La educación
entre pares —de igual a igual— rompe
muchas barreras, es más abierta la dinámica.
Hablamos el mismo lenguaje, sin imposiciones.
Platicamos de lubricantes y de la negociación
del condón con sus parejas mediante
juegos y video- debates.
“El VIH no es de un grupo selecto. Un día
llegó una señora como de 70 años que nos fue a
pedir lubricantes porque ella decía que no tenía
pareja pero que los necesitaba para sus juguetes
sexuales. Muchas veces se cree que las personas
de la tercera edad no tienen vida sexual.
“Necesitamos más acceso al condón femenino.
Todavía a muchas mujeres les causa sorpresa.
Se les hace extraño introducir algo dentro
de su vagina. Hay muchos tabúes. Preguntan
‘¿cómo me lo voy a meter si yo no me toco?’.
“Como jóvenes debemos de incidir más en
las políticas. Tenemos que hacer conciencia
del uso del condón, pues podemos adquirir el
VIH aunque veamos a la persona ‘limpia, bañada
y sana’. No es un problema de aventarme a
ese o a esa sin protección, y no pasa nada.
“Quiero estudiar etnología y psicología
social para trabajar con niños de comunidades
indígenas pero también quiero seguir en este
tren. La Conferencia dejó un compromiso más
grande a México para agilizar programas, más
presupuesto, más inclusión de todos los grupos
vulnerables y hablar más de sexualidad”.
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