■ Es la segunda causa de muerte en menores, después de accidentes
Crece el cáncer infantil por falta de medicina preventiva, señala experto
El cáncer infantil en México se incrementa por falta de medicina preventiva, aseguró Armando Martínez Ávalos, miembro del Comité Académico de Oncología de la Unidad de Posgrado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),
Dijo que, después de los accidentes, esta enfermedad representa la segunda causa de muerte en niños, y debido a que no existen en el país programas de salud que incluyan “una cultura de la medicina preventiva”, el número de menores con cáncer crece cada vez más.
Sostuvo que en el caso del retinoblastoma (tumor en el ojo), la falta de alimentación y cuidados de la salud evitan una detección temprana y, por ese motivo, es considerada una enfermedad de la pobreza.
Según Carlos Torres Silva, académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza (FESZ), el Registro Nacional de Tumores reporta anualmente 4 mil nuevos casos de menores con algún mal referente, de los cuales 80 por ciento se recupera.
Por su parte, la investigadora Andrómeda Valencia Ortiz, de la Facultad de Psicología (FP), señaló que, no obstante, 40 por ciento de los niños curados tendrán que lidiar con las secuelas que generan las cirugías, la radioterapia, quimioterapia y los transplantes de médula ósea, como infertilidad, alopecia o metástasis.
Por esa razón –dijo– es recomendable apoyo sicológico para los pequeños y sus familiares, con la finalidad de encarar de la mejor manera los procesos que implican la lucha contra estas alteraciones.
Por su parte, Martínez Ávalos afirmó que la prevención es fundamental para una detección temprana que permita un diagnóstico oportuno. Dijo que en 85 por ciento de los casos las manifestaciones que presentan los pequeños no tienen razón aparente, de hecho “los padres ni siquiera sospechan, o no saben que el niño puede tener cáncer; y menos que se cura”.
La sintomatología más común en dicho sector de la población es fiebre prolongada, masa abdominal anormal o inflamada, palidez, pérdida de energía y de peso en forma rápida y dolores de cabeza persistentes, acompañados de vómito.
También se forman hematomas con facilidad, se presenta sangrado, pérdida del equilibrio, cambio repentino en el comportamiento, hinchazón de la cabeza, brillo blanco en los ojos y pérdida o disminución de la vista.